The Brutalist - Brady Corbet (2024)
EL BRUTALISTA en HBO Max es una gran película que se alarga innecesariamente. La historia es la de Làszlò, un arquitecto judío que escapa de Europa y llega a América gracias a un primo mueblero llamado Attila. Tras un periodo de pobreza es descubierto por un empresario adinerado que le propone un proyecto muy ambicioso. La esposa y la sobrina de Làszlò, no han podido escapar y sólo será gracias al empresario y su abogado que podrán alcanzarlo más tarde. Làszlò hace de todo para proteger su proyecto pero hay muchas complicaciones que los retrasan e incluso paralizan la obra. De ninguna manera justifico que este filme haya sido desplazado en los Oscar por Anora (2024) [la vi otra vez y sigo sin entender su valor], pero es cierto que todo lo que construye en las primeras dos horas después es contaminado por una tontería. Es decir la cinta es maravillosa hasta la fiesta en la cantera de mármol de Carrara, pero digamos que el final de esa fiesta desfigura la cinta. De allí en adelante se transforma en propaganda.
Creo que la cinta intenta mostrar que la vida tiene luces y sombras y que unas no pueden existir sin las otras. Como en el símbolo del Yin y el Yang, lo blanco está contaminado por lo negro y lo negro está contaminado por lo blanco. Pero quizá en plan de complacer a la Academia, en la búsqueda del Oscar, las cosas se cargan para quedar bien con la comunidad judía a la cinta pierde fuerza. Por ejemplo, no tiene ninguna coherencia que Erzsébet sea quien va a hacer una escena a casa de los Van Buren.
La música y la fotografía son magnificas. Guy Pearce está genial, igual que Felicity Jones y Adrien Brody. Alessandro Nivola se luce y roba cámara, al igual que Issach De Bankolé. Pero Ariane Labed es demasiado guapa para ser la versión adulta de Raffey Cassidy y el hueco que deja la breve aparición de la guapísima Emma Laird nunca se llena.
Tan sólo la visita a Carrara, Italia es ya razón suficiente para ver esta cinta. Pero la reconstrucción de la biblioteca está en un nivel más alto. Hay tanto trabajo en esa parte de la historia que el resto de la cinta se siente cuesta abajo.
De cualquier modo, si eres cinéfilo o arquitecto te interesará verla. La cinta se siente majestuosa hasta que tuerce el rabo con la revictimización. Un poquito de mesura hizo falta en la edición, supongo que estaban tan emocionados con lo logrado que no quisieron quitar nada. (Ab.)
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