My Best Friend's Wedding - P.J. Hogan (1997)
Ya sé que han visto mil veces a Julia Roberts queriendo robar el novio a Cameron Diaz y que han cantado miles de veces I Say A Little Prayer. LA BODA DE MI MEJOR AMIGO es un clásico. Incluso algunos mexicanos absurdos tuvieron el descaro absoluto de hacer una versión chafa de este filme. Nada hay que no sepas de esta película divertida e inteligente. Quizá sólo decir que Rupert Everett es el gay más carismático de la historia. Pero lo importante de la cinta es que entre tus amigos hay gente envidiosa, gente que quiere lo que no puede tener. No importa que tan perfecta sea una pareja habrá siempre alguien que quiera eso que pudo haber tenido pero no se tomó el trabajo de construir. La envidia es una enfermedad muy fea. Es de gente chiquita que no ha aprendido a ser feliz y jamás aprenderá porque el pasto siempre le parece más verde del otro lado de la cerca. ¿Baja autoestima? Quizá, pero volviendo al filme, Julia Roberts luce espectacular, incluso en ese personaje de envidiosa que siente que su tren está dejándola en el andén. Camerón está preciosa, dulce, sabe ser buena de cabo a rabo, inocente y sonriente. Dermot Mulroney se coló en esta cinta gracias a algún milagro porque está por debajo de ellas y de Mr. Everett.
La cereza en el pastel es el final, esa llamada que parece de vidente y que descoloca a Julianne que está haciéndose la víctima en la mesa del banquete nupcial sin comer el pastel. La música suave, el baile, hay amor, hay vida y hay felicidad. Amo ese final. Ups! Perdona el spoiler. (Ab.)
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