A Tale of Love and Darkness - Natalie Portman (2015)

Ahora puedes encontrar en Netflix Una historia de amor y oscuridad, dirigida y actuada por Natalie Portman. Está basada en un libro del mismo título escrito por Amos Oz. Fue filmada en Jerusalem y pasa por la época de la creación del Estado Israelí. Aparentemente la película no fue del agrado de mucha gente. Sin embargo, me gustó y explicaré mis razones. No he leído el libro así que no tenía ninguna expectativa al respecto. Lo primero que llamó mi atención es que la cinta está hablada en hebreo en su mayor parte. Eso resulta extraño y estimulante. ¿Por qué una actriz hollywoodense desearía hacer una película fuera de Estados Unidos y en otro idioma? Para mí la respuesta está en el filme. En uno de los varios análisis de las etimologías hebreas que aparecen en pantalla se explica que "adelante" para los judíos es ir al pasado. Así Natalie decide empezar yendo a su pasado, a sus orígenes. Quizá eso ya resulta incómodo para la prensa americana. La Señora Portman señala que su origen es Israel y no la sagrada tierra americana, válgame dios, una herejía.

La segunda cuestión que me parece interesante es el tono reposado y lento de la película. La tercera que el personaje de la directora sea una mujer frágil y mentalmente inestable. Estos detalles son muy reveladores. Quizá la crítica esperaba que Natalie se mostrara como el prototipo de la mujer americana, guapa, elegante, alegre y triunfadora. O quizá en plan intelectual una mujer fuerte, inteligente, seria y en control. Ninguna de esas opciones fue la elegida y se aparta de manera evidente de las formas de la industria del cine americano. Es algo fuerte, es cómo si Dwayne Johnson se mostrara en su primera película como un vagabundo alcohólico, triste y sin ambición, en una película contemplativa en blanco y negro que grita desesperanza. Si lees entre líneas con ojos gringos descubrirás la palabra TRAICIÓN.

Si bien el filme habla mucho de lo que pasa por la cabeza de su directora. La historia mostrada en pantalla está llena de pequeños relatos aparentemente inconexos que tendrán sentido al final. La historia es contada a través de los ojos de un niño que ve el deterioro de la salud de su madre sin perder el respeto ni la admiración. La mujer no tiene un virus extraño, la mujer ha visto que todo sale mal siempre. En su experiencia, cuando algo positivo ocurre, trae una desgracia aparejada. La mujer tiene el corazón roto y se ancla a la vida a través de su hijo.

Respecto a la política, la postura es clara, hay lugar para los dos pueblos en esa tierra y un acto de bondad puede convertir el mismo sitio en el paraíso, la tierra de leche y miel. En contraste, un acto de odio puede transformarlo en el infierno. Los dos vecinos se odian, pero son hermanos y tienen más en común entre sí que con cualquier otro. Además, el filme no deja bien parados a los ingleses, se insinúa que la guerra fue alimenta por ellos al perder el control de la zona.

Sé que no es una película para todos y que responde a las expectativas que genera el nombre Natalie Portman. No obstante para mí es una película muy interesante y satisfactoria que logra momentos de pura poesía. (Ab.)