Lucky - John Carroll Lynch (2017)
Lucky es uno de los magníficos filmes que integran la Muestra Internacional de Cine 64 que podrán ver en la Cineteca Nacional entre el 23 de marzo y el 9 de abril de 2018.
La cinta inicia mostrándonos el paisaje desértico. Y en una de las tomas observamos a una gran tortuga avanzar rápidamente. Después vemos a Lucky —un marino veterano interpretado por Harry Dean Stanton— lavarse y realizar sus ejercicios matutinos mientras escucha a Pedro Infante.
La película se toma tiempo para mostrarnos la rutina de afortunado protagonista que incluye visitar la cafetería y comprar leche, volver a casa mirar televisión y salir por la noche al bar. El viejo parece más interesado en mantenerse activo que en convivir, aun cuando lo conocen todos en el pequeño pueblo de Arizona en que vive.
Un día cualquiera, el anciano mira el reloj de su cafetera y cae sin razón aparente. Preocupado, decide ir al médico para que lo revisen. El amigable doctor lo encuentra totalmente sano y le diagnostica vejez. Lucky se preocupa y comienza a pensar en la muerte. Estas ideas lo molestan y lo obligan a romper su rutina. Pasará algunas aventuras divertidas, como discutir con un abogado o cantar una ranchera en una fiesta (momento poético).
Lo interesante del filme radica en el proceso de aprender a lidiar, de manera realista, con la edad y con la posibilidad de la muerte. Un encuentro con un marine, le hará cambiar su perspectiva. La filosofía budista ayudará al hombre a reconciliarse con la vejez y a adoptar una buena actitud en el tiempo que le queda por vivir.
Es un filme ligeramente lento que recompensa la paciencia. Invita a pensar en la propia existencia y logra conmover. Supongo que sirvió a Harry Dean Stanton en los últimos días de su vida, ya que murió el 15 de septiembre de 2017 a los 91 años.
Hay en la cinta otra pequeña historia de amistad entre un hombre y una tortuga. Esa trama se resuelve con un dialogo magnífico y una metáfora que cierra la película.
Este filme es un trabajo íntimo y valiente en el se nota el cariño invertido en su realización. No cualquiera escoge hablar de la vejez y la muerte en estos tiempos obsesionados con la juventud. Vale mucho la pena. Vayan a verlo. (Ab.)
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