De la infancia –Carlos Carrera (2010)
Como parte de la Muestra Internacional de Cine 64, que será posible ver en la Cineteca Nacional del 23 de marzo al 9 de abril de 2018, se presentará De la infancia, un filme de Carlos Carrera que ha permanecido ocho años sin ser exhibido, salvo por algunas muestras. Entre muchos otros trabajos, la trayectoria de este director incluye los cortos El héroe (1994) y De raíz (2004), así como los largometrajes La mujer de Benjamín (1991) y El crimen del Padre Amaro (2002).
Antes de dar mi opinión quisiera mostrar la breve descripción de la trama que hizo el instituto Mexicano de Cinematografía: "Niebla muere en un tiroteo con la policía y su fantasma regresa al pasado, en donde ayudará a Francisco, un niño de 10 años, a tratar de cambiar su destino. El padre de Francisco, Basilio, es un ladrón adorado y temido por su hijo que va destruyendo a su familia al desahogar sus frustraciones en casa. El fantasma protege a Francisco de la violencia de su padre y lo acompaña en su primer amor por Roxana, quien tiene su propia historia. Al sentirse protegido, Francisco logra rebelarse contra la opresión de su padre, pero utiliza la violencia aprendida como vehículo para liberarse y hacer justicia a su manera."
¡Auch! Yo no vi a un fantasma volver para ayudar a su hijo. Si el fantasma quiere ayudar, mejor que no intervenga. La vida violenta del padre no cambia absolutamente nada, destruye a su familia y se destruye a sí mismo. Entre la vida y la muerte, prefiere morir antes que hacerse responsable de sus hijos. Francisco nunca se rebela; por el contrario, copia fielmente el ejemplo del padre. Además, aparece una secuencia fantástica totalmente deficiente, en la que el hermano menor piensa escapar en una nave espacial. Esa breve secuencia rompe las reglas previamente establecidas y es casi risible. Me molesta atacar a este filme, porque Carlos Carrera es un buen director. Desconozco a qué problemas se enfrentó al realizar este filme, pero el resultado no me gustó. Muestra la violencia intrafamiliar con una estética hiperrealista en que no encontré nada bello, todo me pareció triste, sucio y desagradable.
La violencia no me provocó y las actuaciones infantiles no me atraparon. El personaje de Damián Alcázar me pareció calcado de viejos villanos mexicanos y los efectos especiales se quedan cortos. Entiendo que el director quiera mostrarnos la ruda realidad a que se enfrentan los niños en el país, pero la película no propone soluciones y la fantasía se siente muy débil.
Desconozco la novela de Mario González Suárez que se tomó como base para el guión, así que no sé si el problema surgió en la adaptación. Habrá que brindar al libro, el beneficio de la duda. (Ab.)
La violencia no me provocó y las actuaciones infantiles no me atraparon. El personaje de Damián Alcázar me pareció calcado de viejos villanos mexicanos y los efectos especiales se quedan cortos. Entiendo que el director quiera mostrarnos la ruda realidad a que se enfrentan los niños en el país, pero la película no propone soluciones y la fantasía se siente muy débil.
Desconozco la novela de Mario González Suárez que se tomó como base para el guión, así que no sé si el problema surgió en la adaptación. Habrá que brindar al libro, el beneficio de la duda. (Ab.)
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