Joaquim - Marcelo Gomes (2017)

En la Cineteca Nacional, hoy (23 de marzo) inicia la Muestra Internacional de Cine 64 que estará en curso  hasta el 9 de abril de 2018. Joaquín es una de las cintas latinoamericanas de esta Muestra.

El filme inicia al exterior de una capilla en un día lluvioso. Una cabeza se presenta diciendo que diciendo que fue el único decapitado por conspirar en contra de la Corona Portuguesa y ahora en su honor existe un día festivo en Brasil. El que habla es Joaquim José da Silva Xavier —alias Tiradentes— que se convirtiera en héroe nacional brasileño, símbolo de la independencia de su país. 

Desconozco la historia brasileña y la intención del director y autor del guión Marcelo Gomes. De modo que no se cual es la interpretación que hacen los brasileños de este filme. Yo me restrinjo a lo que ví en pantalla.

Dada la presentación del decapitado, el filme me parece un cuestionamiento del muerto. La preguntas es: ¿Cómo diablos me convertí en héroe nacional? La vida del hombre dibuja a una persona cobarde, indecisa, manejable, ambicioso y poco inteligente. 

Este mártir Inicia el filme siendo un soldado piojoso que captura contrabandistas de las minas, en sus ratos libres extrae muelas y lee sobre la revolución. Su ambición en ese momento consiste en ser ascendido para poder comprar a la esclava de la que está enamorado. 

Le imponen un viaje de exploración y justo antes de su partida su amada huye. El tipo se obsesiona con encontrar oro, esta es su nueva meta. Tras varios días sin encontrar nada y afrontar algunos peligros, su compañía se rebela y lo obligan a regresar. 

En el camino de vuelta descubre unas piedras que parecen esmeraldas. Cree que con ellas podrá comprar su ascenso y encontrar a la mujer de que está enamorado. Informa a sus superiores sobre el descubrimiento.

Ningún plan le sale bien, tiene algunas aventuras más y finalmente se une a la conspiración en contra de la corona. La independencia se convierte en su nueva obsesión aunque en realidad, parece más interesado en comer bien todos los días. 

Hay unos diálogos muy divertidos sobre la naturaleza de la gente, la política de las potencias coloniales y los Estados Unidos como utopía. Creo que es necesario ser brasileño o conocer la historia de Brasil para poder entender todas las bromas. Sin el contexto, el filme no resulta tan interesante. (Ab.)