Wimbledon - Richard Loncraine (2004)
AMOR EN JUEGO es una de mis cintas favoritas, puedo verla una y otra vez y me sigue gustando. Esta comedia romántica de pareja dispareja está en Amazon. Peter Colt (Paul Bettany) es un tenista a punto del retiro de las competencias oficiales del deporte profesional pero es invitado al torneo de Wimbledon. Nunca estuvo en el Top Ten mundial, hoy es el 119 y ha aceptado dar clases en un club. Sus padres están peleados y su hermano siempre apuesta en su contra. Él supone que los mejores años de su vida han pasado, pero el destino le tiene una sorpresa. Por error de la recepcionista del hotel renquee se hospedan los competidores entra al cuarto de la joven promesa gringa, Lizzie Bradbury (Kirsten Dunst) y mira su silueta en la puerta de la ducha. Ese encuentro casual da pie a que se vuelvan a encontrar y ella le insinué la posibilidad de un encuentro sexual. Gracias a ese estímulo Peter gana su primer partido.
La superstición se apodera de Peter que considera que la rutina le trajo buena suerte y ahora busca sexo con Lizzie como amuleto. Dennis Bradbury (Sam Neill), padre de Lizzie, considera que Peter es una distracción para su hija y hace lo posible por evitar que se vean.
Peter mantiene su racha en parte gracias al estímulo que implica impresionar a Lizzie y en parte por pura buena suerte. Ha rejuvenecido y recupera la fe en el futuro. Pero Lizzie es eliminada del torneo. Resulta muy interesante observar cuanto parte del éxito pasa por los pensamientos positivos, el estado de ánimo y la concentración. Peter suele sabotearse con ideas raras. No cuento más.
Es una joya de la edición, con una fotografía cálida y luminosa y con mucha química entre actores. Jon Favreau, James McAvoy y John McEnroe tienen buenos chistes. Bernard Hill y Eleanor Bron son maravillosos como padres de Peter. Y Nikolaj Coster- Waldau es perfecto como el amigo guapo.
Esta cinta me pone de buen humor. El guión está diseñado para devolvernos la esperanza en el futuro. Quizá es ingenuo, pero el amor existe y a pesar de ser excepción, es maravilloso. El amor y el sexo son una combinación ganadora que nos hace imparables. Sin importar tu pasado, un poco de amor y un coito satisfactorio te eleva en el ranking mundial como ser humano. (Ab.)
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