El suplente - Diego Lerman (2022)
Esta película chilena, en Netflix, se inscribe en esa larga serie de cintas sobre maestros que cambian la vida de sus alumnos. Pero la cinta se distrae haciendo un retrato de la realidad argentina afectada por el narcotráfico y por momentos se olvida de apegarse a su historia. Lucio es un profesor suplente de literatura que llega a la escuela donde antes dio clases su padre, mejor conocido como el chileno. A los alumnos no les importa la materia, un alumno duerme porque trabaja de noche y otro dice que no le gusta leer. La conclusión en la primera clase será que la literatura no sirve para nada. Lucio tiene varias actividades además de dar clases. Su hija es una niña que comienza la adolescencia y que, quizá por el divorcio o quizá por las hormonas, es odiosa y berrinchuda. Su ex esposa tiene ahora una relación con una mujer y eso perturba al profe que está montando su departamento y taladra hasta altas horas.
El Chileno padece cáncer y debe tomar quimioterapia, pero está montando un comedor comunitario y ese proyecto llama la atención del narco local que quiere ayudar a cambio de vender su producto en el lugar. Lucio lleva a su padre a las sesiones en el hospital pero el chileno está más interesado en que su hijo se haga cargo de su proyecto que en su tratamiento. El pleito del narco por territorios llega a la escuela, las autoridades municipales parecen involucradas e interviene la policía provocando que muchos alumnos dejen de asistir a clases.
La cinta intenta retratar todo lo que sucede durante un curso escolar en la vida de estos personajes. Pero hay muchas piezas sueltas que son parte del retrato pero no mueven la historia. Por ejemplo, la ex esposa podría vivir sola o con otro hombre y eso no cambiaría la historia sobre la relación del profesor y los alumnos, pero brinda contexto respecto del clima de locura que se vive hoy en Latinoamérica.
Otro asunto que no aporta a la historia es que Lucio se apoya en una maestra para acercarse a los alumnos y eso lleva a que tengan sexo. El coito podría darse, con o sin cooperación, pero no es el inicio de un cambio en la vida de Lucio o sus alumnos ni afecta a la hija o a la ex esposa.
A pesar de todas las ramas que no dan fruto, la cinta deja claro que la literatura es un asunto espiritual y que su utilidad, aunque parezca relativamente nula, puede cambiar la vida de las personas y ser una actividad redituable.
La cinta está filmada de manera que se siente real, los conflictos son reales, el peligro es real. Pero la vida de muchos personajes queda abierta. Hay un cierre en clase, pero se siente flojo porque el alumno más importante para la historia tiene su final en otro momento y lugar. Alfredo Castro muestra su experiencia interpretando al Chileno y Juan Minujín logra un Lucio convincente. La cinta es agradable y mantiene el interés hasta el final pero parece más el inicio de una serie que una película. (Ab.)
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