Talk to Me - Danny Philippou & Michael Philippou (2022)
Háblame está en Amazon. Esta buena cinta de horror juvenil se queda cerca de la meta pero algo le falta. Quizá los adolescentes australianos sean muy desagradables para mi mente vieja de mexicano y por eso terminé desilusionado. La historia es sobre un grupo de estudiantes de preparatoria que juegan a grabarse mientras hacen contacto con espíritus utilizando una mano y un par de frases. Los seres que aparecen son irrelevantes para la cinta, todo se centra en la reacción de los jóvenes y el gozo que obtienen al grabarse y observarse. Es un asunto voyerista. Lo que los adolescentes obtienen es la posibilidad de mirar al otro, de observarse, grabarse y subirlo a redes para ser vistos. La posesión es el pretexto para poder mirar sin ser juzgados. El plano sexual es apagado o cubierto por el morbo que causa la manifestación de un ser extraño en el cuerpo de un amigo.
Es muy parecido a las drogas. La comunidad adopta una droga y la reparte entre sus miembros. Pero si quien prueba la droga tiene placer o dolor, si crece, enferma o muere, es menos importante que el rito de iniciación. Alguien es ahora parte del grupo. Ya fue posible verlo fuera de control y eso es lo que el grupo busca.
No hay curiosidad sobre la experiencia y el mundo que se abre, el interés es pertenecer al grupo. Es gente pendeja haciendo tonterías para impresionar a otros pendejos y ganar su aprobación. Hacer lo que ellos, experimentar lo que ellos, ser uno de ellos. Quizá esa es la falla de la cinta. El mundo espiritual está poco desarrollado o simplemente incompleto y termina por no dar miedo.
Lo primero que salta es que no sabemos si el ente que posee al cuerpo es un demonio, un muerto cualquiera, un alma que fue al infierno, un ser de otra dimensión o cualquiera de ellos. Acepto que haya seres que pueden manifestarse a través de un cuerpo humano, pero carece de sentido que todos busquen destruir su recipiente. Si al final uno de los jugadores es invocado, ese jugador muerto también buscaría hacer daño sin tener motivo.
Los entes tiene la oportunidad de ocupar un cuerpo y lo que quieren es destruirlo, no tiene sentido. Es como comprar un coche para chocarlo. Es entre raro e ilógico si consideras que entre diálogos se explica que si no cierras la puerta, los seres buscarán permanecer en este mundo. Quizá no entienden que si matan al cuerpo se quedan sin juguete y vuelven a su realidad, o quizá creen más importante tener otra alma entre los muertos.
La cinta está bien hecha, las actuaciones y los efectos especiales funcionan, entretiene y logra tensión e interés, pero el final es insatisfactorio. Parece que les dio miedo meterse en lo profundo. Se queda la idea de que por jugar a la Ouija vas a ir al infierno, una tontería. Entiendo que todos sientan curiosidad y digan TALK TO ME, pero es muy bobo que todos digan I LET YOU IN.
Quizá la cinta sólo busca exhibir a esta generación como una de personas tristes con baja autoestima que se hacen adictos a cualquier cosa. Si la manada corre hacia abajo, es mejor observarla, esperar a que pase la ola y después ir hacia arriba. (Ab.)
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