I'm Your Woman - Julia Hart (2020)

I’m Your Woman es una buena película de Amazon para ver con calma. La protagonista es una joven y guapa mujer rubia  que no tiene control sobre su vida. Es una niña consentida que se casa con un gangster y de un día para otro está viviendo el sueño de ser una esposa trofeo. Pasa la tarde en su jardín bebiendo martinis, hasta que un día llega su cónyuge con un bebé que completa la fantasía de la familia feliz. No se trata de una adopción legal, ni de un vientre arrendado. Imagina que hoy te levantas y por la tarde alguien llega a regalarte un cachorro humano. Si ese inicio no es lo suficientemente extraordinario para captar tu atención, este filme no es para ti. Del mismo modo en que esta joven se hace de un hijo, se quedará sin casa, sin marido y sin dinero. Las preguntas son inevitables: ¿Quién es el esposo de la rubia? ¿A qué se dedica? ¿Por qué no vuelve? ¿Quién es el hombre negro enviado para protegerla? ¿Algo de lo que vemos es cierto?

Si quieres respuestas tienes que ver el filme. Aunque no van a explicar todo al detalle, te harás una idea general del conflicto. La película requiere paciencia y el climax brinda emociones bien construidas con una dulzura poco común en este tipo de cintas. Subidos en el tren del mame de las mujeres empoderadas me parece que este filme aporta más que la Capitana Marvel. No se trata de nacer siendo la Mujer Maravilla se trata de romper el cascarón y tomar la decisión correcta en el momento pertinente. No se trata de ser superpoderosa, se trata de actuar en equipo y proteger a tu gente. 

Este filme me parece de un feminismo más realista y aterrizado que muchas otras. Una esposa trofeo no necesita estudiar a Simone de Beauvoir para ser feminista, basta que tome las riendas de su vida. Por el contrario, atiborrarse de lecturas no te convierte en feminista de manera automática. Ni mujer soy y cada persona construye su propio camino, pero este personaje se construye en la huída y lo hace muy bien.

El desarrollo del personaje resulta verosímil. La rubia se acomoda a las circunstancias, fluye con su entorno y la mente comienza a trabajar diferente. El personaje principal no se convierte de la noche a la mañana en una consciencia alterada omnipotente como sucede en Lucy. La protagonista es una mujer normal que supera sus dudas y sus miedos, mientras nosotros gozamos con el viaje a los setentas, que se muestra en la ropa, los coches, la música, los peinados y los decorados.

Un detalle que disfruté mucho, nada novedoso pero bien integrado, fue la relación entre la rubia y el ángel de la guarda negro. Son dos personas que en circunstancias normales no se hubieran relacionado, pero que gracias a la persecución generan vínculos que sorprenden a ambos. Hay un evidente cuidado por parte del hombre hacia la mujer, pero hay un momento que pone de cabeza esa relación y la rubia se comporta con gran aplomo. La película tiene un continuo contraste, los giros de poder brindan información y el guion se siente sólido.

No hay un cierre en el que la felicidad se sienta imperturbable, el final es sólo un nuevo comienzo. La rubia cambió su pequeña familia de tres por una tribu, pero al hacerlo subió en la jerarquía, y ya no será la niña mimada. (Ab.)

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