Thoroughbreds - Cory Finley (2017)

Si eres fan de los enormes ojos de Anya Taylor-Joy, cuya fama se ha desbordado con la serie sobre ajedrez Gambito de Dama (2020), tienes que ver este filme de nombre impronunciable disponible en Netflix. El título hace referencia a los caballos pura sangre. La idea es que dos adolescentes de la élite económica del mundo, tienen una amistad sui géneris. Quizá no sea propiamente amistad. ¿Quién puede definirla? Anya es Lily y Olivia Cooke es Amanda, ambas actrices se lucen. Amanda dice ser incapaz de tener sentimientos y mató a su caballo por compasión. Lily perdió a su padre, por ello vive con su madre y su padrastro. La madre es lo que su nuevo esposo quiere que sea y no interviene en defensa de su hija. El padrastro y Lily se odian. Lily sufre de un egoísmo recalcitrante. Las adolescentes asistían juntas a la escuela y se frecuentaban hace años pero no se conocían. Su nueva relación es áspera y sin embargo se sienten atraídas. Mientras se conocen, la idea de matar al padrastro va tomando forma.

La historia carece de tensión porque las muchachas caen bien y el padrastro cae mal o quizá me resulta difícil conectar con ese mundo de lujos. Pero resultan muy atractivos los detalles de la relación entre las jóvenes, sobre todo el frío análisis de las personalidades. 

Por otra parte, vestuario, casa y fotografía son disfrutares. Lo  más destacable para mí, lo que pone la cereza en el pastel, es la música. Al principio son casi sólo tambores pero hay una evolución que acompaña los actos de Lily.  

En el fondo queda la duda de qué pasó entre Lily y el padrastro. Lo que ocurrió fue imperdonable o simplemente estamos delante de jóvenes sin límites, para bien o para mal, que se aburren con el mundo y se toman en serio su capacidad para transformar su entorno inmediato. Si vamos a hablar del tren del mame de las mujeres empoderadas, estas dos chicas son un buen ejemplo. (Ab.)

Si te gustó esta reseña proletaria, compártela con una niña rica.