The Little Stranger - Lenny Abrahamson (2018)

The Little Stranger está en Amazon y se basa en una novela de  Sarah Waters. No entrega grandes sobresaltos ni atractivas persecuciones. Es una cinta reposada que debes disfrutar cuadro a cuadro. Si tiene ganas de acción busca en otra parte. Aquí la idea es poner atención a esos detalles que construyen la atmósfera. La historia es la de una casa llamada Hundreds Hall que guarda un espíritu y que es una de esas mansiones enormes de los 1800. La historia se ubica en 1948 y la finca ya no es lo que era. Las pistas para descubrir el misterio de la extraña presencia están allí. Es una historia de amor poco convencional, un tanto retorcida. Si alguna vez descubriste un sitio especial cuya energía se quedó en tu memoria, este filme es para ti. La casa es más que un personaje, la finca es un estado mental. Insisto en este tema porque hay personas que difícilmente perciben la vibra de los espacios y para ellos la cinta carecerá de sentido. 

Por ejemplo, el Centro Histórico de la Ciudad de México tiene una vibra muy pesada. Cuando era niño lo odiaba. Andar por esas calles me hacía sentir incómodo. Después trabajé en la esquina del Eje Central y Victoria y los años que pasé en esa oficina me obligaron a vibrar en un ritmo distinto. No amaba ir allá todos los días pero aprendí a convivir con la vibra del área.

Tenía un par de horas para comer así que descubrí sitios que me hacían sentir mejor, como el Museo Franz Mayer. Al caminar por las calles descubrí que había construcciones con un aliento frío. Bastaba pasar delante de sus puertas para sentir una disminución considerable de la temperatura. A pesar de esa sensación inicial que me rechazaba en algunas ocasiones entré a esos edificios. Dentro podías descubrir cosas atractivas o sitios realmente desagradables. Entrar al Casino Español me costó trabajo sólo la primera vez.

Lo que quiero decir es que la arquitectura y la decoración tienen efectos reales sobre nuestra energía y nuestro estado de ánimo. Nuestro cuerpo reacciona a los espacios de distinta manera. Esas reacciones que provoca un espacio son un ingrediente importante en la cinta.

Toda vez que se trata de un filme de época, no hay celulares, ni cámaras de videovigilancia. La cinta suple esa ausencia con guiños en la fotografía. Si no pones atención, no vas a notarlos. Hay una escena clave que requiere atención. Una niña es atacada detrás de una cortina y el chivo expiatorio de ese ataque es un perro. Sin embargo, el can camina asustado. ¿Alguna vez has notado a un perro comportarse extraño ante una presencia que no detectas?

La película es agradable, más por la ropa y los decorados que por la trama en sí. Ver a una familia en caída libre no es divertido. El misterio no es tan misterioso, pero las actuaciones son buenas y la tensión entre los personajes me pareció muy interesante. Es un filme cuidado, quizá fue un capricho del director hacer una cinta tan poco comercial, pero yo agradezco la construcción de la atmósfera y la rabia que brota en contadas ocasiones. Espero haber despertado tu interés por él. (Ab.)

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