Nuevo Orden - Michel Franco (2020)

Esta película es una ficción que presenta cómo sería México si el ejército diera un golpe de estado. Ganó el León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia y fue atacada en la prensa nacional de la 4T y quienes no la vieron llamándola bodrio clasista. La cinta no es lo mejor que he visto ni mucho menos pero definitivamente no es un bodrio y tampoco es clasista. La historia es la de Marian, una joven de clase alta que vive en la CDMX, y el día de su boda recibe a un ex empleado que le pide prestados 200 mil pesos (10 mil dólares) para pagar la operación de su esposa. Los primeros defectos de la cinta aparecen aquí. Yo no vivo en el Pedregal ni conozco a ningún Secretario de Estado pero he asistido a muchas bodas y jamás he visto que los invitados entreguen sobres de dinero. Por otra parte, ninguna mujer mexicana abandonaría su boda y menos para prestarle dinero a alguien. Además, por razones de seguridad, nadie en su sano juicio carga más de dos mil pesos en la cartera. De modo que la señora de la casa consiga treinta cinco mil pesos y se los entregue al solicitante sin garantías parece una locura. Yo he perseguido gente durante semanas para que me pague doscientos pesos y creo que prestar dinero es el mejor modo de perder un amigo. Quizá pienso eso porque soy pobre y porque nunca pido dinero prestado.

Me parece importante insistir en que la película no es clasista. La cinta no muestra a todos los morenos pobres como malos ni a todos los blancos adinerados como buenos. Para mí la única whitexican buena es Marian y es ella quién señala los defectos de su familia y amigos. En lo que refiere a los trabajadores de la casa, hay un par que no aprovechan el momento para robar y mantienen buena actitud con su empleadores incluso perdiendo su vida por ello. Pero también el ex trabajador que pide el dinero y su esposa son mostrados como gente honesta. Del mismo modo se muestra a toda la gente que día a día acude a trabajar y pasa por los controles militares. Los whitexicans son mostrados en su esplendor de vivir el hedonismo, enfocados en conservar su estatus. Insistiría en que la preocupación del filme es mostrar que el nuevo orden encabezado por el ejército no beneficia a nadie y hace víctimas en hombres y mujeres de todos los estratos sociales.

Si alguien puede quejarse de su imagen en este filme son las fuerzas armadas. No los pobres ni los ricos. Además basta recordar que la cinta es de ficción cuando menos hasta hoy en la CDMX. No sé cómo sea hoy para los zapatistas.

Si creen que los escenarios mostrados son exagerados, investiguen un poco sobre las atrocidades cometidas por los militares no sólo en tiempos de dictadura, también en tiempos de paz. Quizá la CNDH todavía se atreva a entregar una versión pública de algunos casos relevantes, pero hay miles de casos en México y en el mundo. A mi juicio, la película no se centró en mostrar tortura, simplemente señala el peligro de mantener a las fuerzas armadas en las calles realizando funciones que no corresponden a su entrenamiento.

La película tiene defectos y no es para ver con los niños, pero lo importante es el mensaje. No se trata sólo de subrayar la posibilidad de un golpe de estado militar, se trata de evidenciar que sin importar el origen de la revuelta el resultado es el mismo: un régimen peor que el anterior en el que los pobres siguen pobres y los ricos siguen ricos. En la cinta, todos sufren por igual, pobres y ricos necesitan un permiso para trabajar y pierden la libertad de tránsito. Ya ni hablar del toque de queda y de las revisiones diarias o de la extorsión. No te quedes con la opinión de nadie, vela y juzga tu mismo. Algo hizo bien Michel Franco para tener tantos enemigos. (Ab.)

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