The Hero - Brett Haley (2017)

Del mismo director de Violet & Finch (2020), lo cual no es garantía, es este filme que me enganchó gracias a la presencia de dos mujeres que me parecen muy atractivas y que tienen aspectos en común. Me refiero a Laura Prepon, que seguro viste en la serie Orange Is the New Black, y  Kristen Ritter de la serie de Marvel Jessica Jones. Ambas son altas, muy blancas y de pelo súper negro. Aunque puede tratarse de una casualidad, supongo que en un filme nada debería serlo. Esta simple coincidencia me hace pensar que el protagonista siente atracción física por su hija. Pero la trama no va por allí. El personaje principal es Lee Hayden, interpretado por Sam Elliott, el bigote más famoso después de Magnun y que seguro has visto en la serie cómica The Ranch. Es un actor famoso de cintas de vaqueros que tuvo un gran éxito en los ochenta. Ahora se mantiene gracias a su voz profunda que vende salsa barbecue, pero tiene mucho tiempo libre para fumar mariguana porque está desempleado y divorciado. Además su hija le guarda rencor por ser un padre ausente.

¿Qué le pasa a este hombre de setenta y tantos años? Se va a morir de cáncer si no toma la quimioterapia, pero siente que ya no tiene motivos para vivir. Convenientemente Laura Prepon le tira un lazo que lo levanta, para después dejarlo caer con más fuerza. 

Vemos al hombre luchando con su fragilidad, en plena crisis porque no hay manuales para envejecer y no resulta creíble que una cuarentona tan guapa se interese por él sin un objetivo claro. Quizá busca heredar la casa con alberca en lo alto de la montaña o simplemente no ha resuelto sus problemas con papá. No parece un buen proyecto invertir seis meses en el viejo, para casarse y causarle un orgasmo  de infarto, para pelear con la hija por la casa. Sin embargo, las viudas negras existen.

Aficionarlo a la poesía que nunca le gustó y hacerlo tomar éxtasis no parece un plan bien trazado. A esas alturas de la vida el viejo carece de rumbo y acepta que le tracen uno. No lo sé. Quizá yo soy mucho más terco. Me parece poco creíble que se soporten después de una puñalada por la espalda. 

Que una mujer treinta años menor pretenda invertir su tiempo en cuidar mi vejez mientras tomo quimioterapia es demasiado bueno para ser verdad. Esa señora, a pesar de su mirada dulce, siempre ríe sin ganas. La paranoia me ataca. Pero hay tipos con suerte.

No sé. Creo que este director comienza bien, arma bien, y después no sabe mantener en marcha la historia. Termina por aburrir al querer decir mucho. Los personajes no son entrañables, son bobos y fríos. Son buenos porque el guión lo requiere. Yo quedé muy desilusionado. Taco de ojo sí hubo. (Ab.)

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