Gone - Heitor Dhalia (2012)
Gone está en Amazon. Este filme me gustó porque su escritura es buena a pesar de partir de un razonamiento cuestionable. La historia consiste en un circulo vicioso que entrega información en dosis constantes y que construye tensión a partir de una situación poco común. La protagonista es Jill, Amanda Seyfried, una mesera que tiene el turno nocturno en una cafetería y que vive con su hermana Molly, una estudiante. Aparentemente esa casa es pura felicidad, pero por alguna razón Jill está obsesionada con la defensa personal y Molly no puede permitirse distracciones. La película comienza mostrando que Jill recorre un bosque y después marca en el área en un mapa. Pronto te enteras que ella dice que fue secuestrada y escapó, pero la policía nunca encontró evidencia que respaldara su historia. Aquí viene el problema del guión. Es difícil entender que una víctima de secuestro, intento de asesinato y violación, dedique su día a caminar sola por el bosque en busca del sitio en que estuvo secuestrada y trabaje toda la noche. Es decir, ambas actividades parecen de alto riesgo. Lo más simple sería mudarse de la casa en que sufriste el secuestro e invertir en equipo de vigilancia.
Sin un personaje que piensa diferente, no habría historia y tampoco película. Si no compras la premisa, todo lo demás te parecerá estúpido. Si aceptas la idea, la maquinaria funciona bien. Molly desaparece y Jill deduce, con base en hechos, que la secuestraron. Piensa que para salvarla tiene que encontrarla antes de que termine el día. Acude a la policía, pero ellos no tienen razón para buscarla, además conocen a Jill y la creen loca.
Todo lo que hace la protagonista para recuperar a su hermana es lógico si piensas que ella está muy traumada, quizá un poco mal de la cabeza, y necesita resolver el asunto para recuperar la cordura. No sólo está en juego la vida de su hermana, la propia vida está en peligro. Jill es creativa y aprende rápido. No tiene miedo de mentir y tiene absoluta confianza en sí misma y su pistola. Además no tiene familia ni ayuda de otros.
El comportamiento de la policía me parece realista. Es más fácil perseguir a una joven mujer que crees loca, que resolver el caso de un asesino serial. Lo que necesita más construcción es la obsesión del secuestrador con Jill. Hace falta un poco más de carne para entender la necedad.
¿Podrá Jill encontrar Molly antes de que el asesino la mate? ¿La policía reconocerá su error? ¿Atraparan al secuestrador?
¿La situación es real o un invento de Jill? ¿El novio de Molly es estúpido u odia a su novia? ¿Los policías están involucrado o son perezosos?
El filme tiene muchas cosas buenas. El final es lo mejor, pero creo que el director no supo montar la escena para darle toda la fuerza que requiere. Lo deja pasar de manera muy ligera. Allí está la sorpresa que se debería quedar en la memoria, pero no le dan tiempo. Parece que el director se quedó sin tiempo y sin ganas. Además el corto revela casi todo. Creo que esta historia daba para más, pero la película se siente endeble. (Ab.)
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