Asteroid City - Wes Anderson (2023)


Aunque lleva un rato descubrir de qué trata Asteroid City, puedo decir que muestra un especial de TV que sigue el proceso de una obra de teatro y los mitos que la rodearon. La obra es sobre una convención sobre tecnología elaborada por adolescentes que se lleva a cabo 
en el desierto y durante la cual hay una visita extraterrestre. Suena complicada, pero no lo es. Sin embargo, la estructura es tan rígida que, a pesar de la belleza de las imágenes en tonos pastel, la historia se hace pesada. Nada fluye con naturalidad. Quizá por tratarse de una ficción sobre una ficción, todo se siente muy tieso. El humor se esconde en pequeños detalles y si te distraes, pasan sin llamar la atención. En contraste, Viaje a Darjeeling (2007) y Fantastic Mr. Fox (2009) rebosan vida. Pero resulta obvio que el director no va a hacer las mismas cosas de la misma manera una y otra vez. El espíritu creativo necesita experimentar. 

La historia hace referencia a eventos de la cultura popular, como la teoría de la relatividad, la muerte de Marilyn Monroe, las cintas de vaqueros de John Wayne y John Ford en el Monument Valley; el mito del Area 51 y las pruebas de la bomba atómica. No recuerdo una cinta de este director en que se haga obvia referencia a la historia Gringa y de Hollywood. Quizá me equivoco. Tampoco recuerdo referencias pictóricas. En esta, la escena de Scarlett en la bañera copia a la Muerte de Marat de Jacques-Louis David.

Las tomas simétricas tienen un invitado. Ya no son solo dos mitades idénticas a los lados del eje central vertical. Ahora, en las conversaciones de Angie y Midge, la composición incluye un rectángulo en un costado. En ese espacio vertical se observa el paisaje y sirve como un segundo punto de fuga. 

Pero no todo es nuevo, en The Darjeeling Limited mostró varios elementos que repite en Asteroid City. En aquella, un grupo de tres hermanos adultos hacían un viaje en tren con la intención de encontrar a su madre y superar el duelo por la muerte de su padre. El tren era la vida llevando a las personas a lugares desconocidos dónde tenían una aventura que los obligaba a conectar y descubrir que sus deseos no correspondían a sus necesidades. 

En esta ocasión las tres hermanas son niñas. Están en duelo por la muerte de su madre. Casi no conviven con su hermano y su padre, apenas reconocen al abuelo por el olor. Están en un sitio en el que, en teoría, no deberían de estar. Observan a desconocidos en idas y vueltas que no les afectan; sin hacer preguntas, simplemente viven. Las semanas que pasan en el desierto son apenas un pestañeo que no cambia sus ideas sobre las cenizas de su madre. 

Otros niños un poco mayores intentan seguir con su vida tomando clases en el desierto. El grupo de adolescentes están preocupados por crear, por formar parte del futuro, por ser notados, por destacar. 

Los adultos son los que tienen preguntas, conflictos y ganas de escapar.  Son ellos los que sufren el duelo por la pareja perdida y ven en el OTRO un potencial enemigo. El otro es el turista que golpea la maquina expendedora, el militar que cierra el área, el suegro, el gerente del hotel que es agente de bienes raíces del desierto, el fotógrafo, la estrella, el mecánico y por supuesto, el extraterrestre. Son los adultos los que quieren certezas y control.

Quizá lo más notorio es la relatividad del tiempo. Augie explica a sus hijas que todavía no lo comprenden. El suegro explica a Augie que puede quedarse en su casa todo el tiempo que quiera. El indicador digital que sólo Woodrow entiende marca HOY cuando habrá una visita del alíen. Entre la primera y la segunda visita extraterrestre, para los humanos pasan días pero el alíen apenas tuvo tiempo de inventariar el asteroide y devolverlo, aunque el objeto había pasado miles de años en la Tierra sin ser registrado. Los burócratas de Washington llevan otro ritmo. Augie despierta cuando todos se han ido. El tiempo no corre igual para todos, no corre igual en el programa de TV que la obra de teatro. Y se insiste en que el tiempo nunca es el adecuado. 

No sé qué quiso decir Mr. Anderson, pero el conjunto de elementos me hace pensar que los humanos mientras más tiempo viven, más lo desperdician en intentar controlar y entender. La vida es para vivir. No importa si no sabes hacia donde vas o si no tiene una finalidad trascendental. Es lo que es y es todo lo que tenemos antes de ser cenizas. Polvo eres y en polvo te convertirás. Aprovecha el día. (Ab.)

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