The Sixth Sense - M. Night Shyamalan (1999)


EL SEXTO SENTIDO hizo famoso a su director, aunque había dirigido dos películas antes, no había llamado la atención. Pero, eso cambió de golpe. Bruce Willis era el protagonista de ésta cinta y la tercera es la vencida. BUM! Costó 40 millones y ha recaudado más de 600. Parte importante del filme es que, incluso la gente de ciencia (que se cree y se siente superior al resto) tuvo abuelos y padres que amaban las historias de fantasmas y creen en el infierno. Incluso los ateos que niegan la existencia del alma, tienen una ligera esperanza de estar equivocados. La muerte es un tema que obsesiona. ¿Qué sucede con la conciencia al morir? ¿Se disuelve como el sonido de una campana en el aire o viaja indefinidamente? Sabemos que el cuerpo se desintegra pero las leyes de la física dicen que la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Quizá sucede lo mismo con la energía y la consciencia. El sexto sentido cuenta una historia en la que la consciencia se mantiene vagando en este mundo porque tiene asuntos por resolver, entre ellos, reconocer que el cuerpo ha muerto.

Esta teoría suena lógica, quizá un poco perturbadora, pero lógica, en el contexto de que existen personas que perciben esas consciencias y pueden comunicarse con ellas. Ghost, la sombra del amor (1990), esa exitosa cinta con Demi Moore y Whoopi Goldberg tenía una premisa similar y también fue un gran éxito. 

Acéptalo, la ciencia no resuelve las grandes preguntas. Para eso están la filosofía y la religión. La existencia de un alma  que vive dentro del cuerpo, tiene origen en experiencias cotidianas como soñar. Los sueños son actividad mental que se siente como real en el cuerpo. Es una pista de que la consciencia y el cuerpo no son una unidad sólida. 

Otros asuntos como el síndrome de la mano fantasma, confirma que la mente puede tener una mano que el cuerpo ha perdido. Es algo torpe, pero piensa que si giras el volante de un coche, la dirección hace su trabajo aunque una llanta esté baja o ausente. 

Lo mismo cuando piensas. Si tu mente está ocupada en pensar, ¿Qué parte de ti está consciente de tus pensamientos? Estas experiencias empujan a concluir que la mente, el alma y el cuerpo no son inseparables y por eso es fácil aceptar que el alma se mantiene viva después de la muerte. Seguramente has muerto en un sueño y te has despertado. Hay dos preguntas que me gustaría respondieras: ¿Has soñado que vuelas? ¿Tu cuerpo es el mismo en tus sueños o tienes otro? 

En el filme, además de la muerte y la distancia entre el alma y el cuerpo, hay otro asunto fascinante. La capacidad de percibir algo que otros no perciben. Yo, por ejemplo, tengo buen olfato y hay cosas que descubro gracias a él. Pero dicen que los perros pueden "visualizar" el rastro de un aroma en tres dimensiones. Que los humanos no tengamos esa capacidad no significa que no existe. 

Un ejemplo más cotidiano que tiene que ver con el entrenamiento de la percepción, es que si conduces un automóvil, es muy probable que en alguna ocasión, por cuidarte  de otros autos, no ves una bici o un peatón. Es decir, la mente busca lo que sabe que puede encontrar y no puede ver lo que no busca. Quizá es lo mismo que sucede cuando corres por la casa buscando las llaves que traes en la mano. 

La mente se entrena para detectar. Pero la cinta propone que hay gente que nace con esa capacidad de tratar con la energía de los muertos. En mi opinión, no sólo es fascinante, es posible. Del mismo modo en que hay momentos en que tienes un presentimiento. Hazle caso a tu instinto, quizá si baja la temperatura de golpe es una señal que deberías tomar en cuenta. La película o ya la viste o debes verla. Es magnífica y lo sabes aunque nunca la hayas visto.

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