Brother Bear - Aaron Blaise & Robert Walker (2003)


TIERRA DE OSOS, en realidad Hermano Oso, es uno de esos filmes dulces con el estilo clásico de Disney. Se trata de tres hermanos, Sitka, Denahi y Kenai, de una tribu sin nombre en América del Norte cuando todavía paseaban los mamuts. La vida es esa fantasía del buen salvaje. No hay guerra, hay comida en abundancia, la vida social es armoniosa y todo es felicidad. La chamán de la tribu habla con los espíritus de los ancestros que son visibles como auroras boreales. Ella da un Tótem a cada integrante de la Tribu. Sitka, el mayor, es el águila guía, Denahi es el lobo de la sabiduría y a Kenai, el menor, le toca ser el oso del amor. Por alguna razón que no entendí, Kenai siente que su tótem es poca cosa. En lugar de asumir que es un amante perfecto se siente menos importante que sus hermanos. Para colmo, Kenai tiene una muy mala impresión de los osos. Insiste en pelear con uno y el Universo le dará una lección para que no vuelva a juzgar a los animales a la ligera.

Aunque la cinta es un viaje de pareja dispareja, la tragedia es completa, hay muerte para los humanos y los osos. Pero, al final, el mensaje llega a Kenai y me resultó imposible contener las de cocodrilo. A pesar de ello, puede decirse que se trata de un final feliz.

La cinta es tan ágil y entretenida que mereció una segunda entrega. Siempre me ha fascinado el respeto que daban las viejas civilizaciones a los osos. Quizá porque son listos, se levantan sobre las patas traseras, comen de todo y tienen 5 dedos en las manos, los humanos se identifican. Quizá es sólo miedo de que un animal tan grande, fuerte y listo ande vagando en las montañas. 

Otro asunto que influye es que siempre ser un animal parece mucho mejor que ser un humano. En especial en los tiempos en que los humanos no estaban por todos lados. Quizá también influye esta idea de que nuestro espíritu es independiente del cuerpo.

Lo mejor de la cinta es el mensaje ambientalista. Los humanos no somos superiores a los animales, somos distintos, pero no superiores. La creatividad puede ser usada para bien o para mal pero en general el dominio humano se convierte en acoso y destrucción para el resto de los seres vivos.

Este filme no tuvo el éxito del Rey León (1994) o de Buscando a Nemo (2003). Posiblemente se deba a que aquellas carecen del espíritu cuestionador que ésta involucra o quizá se debe a que en aquellas no hay mezcla entre humanos y animales. Pero  supongo que el poco éxito se debe a que contradice creencias religiosas e insiste en que las viejas civilizaciones fueron superiores a la occidental. Por cierto, las rolas de Phil Collins son innecesarias. (Ab.) 

Si no eres un fanático religioso, comparte esta reseña.


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