Point Blank - Joe Lynch (2019)

A quemarropa es un churrito entretenido que puedes ver en Netflix. ¿A qué me refiero con un churrito? A una película en la que si no pones atención todo resulta entretenido y emocionante, pero que si le rascas poquito, apenas con la uña del meñique, te das cuenta de que todo es incoherente. En este caso, la historia es la de un enfermero que se involucra en un caso de asesinato debido a que su mujer embarazada es secuestrada. Insisto, si no pones atención, puedes disfrutar de esta película que corre ligerita. Sin embargo, es inevitable hacerse las siguientes preguntas: ¿Los enfermeros están capacitados para enfrentar al crimen organizado? ¿De niño era ratero? ¿Su padre fue un policía de la fuerza antisecuestros? ¿Es experto en artes marciales? ¿Fue detective en su vida pasada? ¿Tiene contactos en la mafia y sabe utilizar armas de fuego? La respuesta a todas las anteriores es no. Entonces ¿Ha tenido mala experiencia con la policía? o ¿Su sentido común le indica que todos los uniformados son corruptos o huevones? No lo sabemos. El filme no lo explica. 
De modo que un enfermero, sólo por ser negro y estar en forma, siente una desconfianza natural en las fuerzas del orden y decide que puede rescatar a su esposa embarazada. No sé tú, pero creo que ni Dwayne Johnson se lanzaría a esta aventura sólo, sin armas y sin plan. El enfermero de nombre Paul, interpretado por Anthony Mackie, decide que es lo suficientemente chingón para rescatar a su esposa de quién sea. En otras palabras, no tiene hermanos, ni padre, ni amigos, ni gente que le deba favores y con una mano delante y otra detrás se lanza a perseguir a un cabrón que ya le puso una madriza. ¡Por favor! Ni siquiera compra un tubo, un cuchillo o un taser. Es posible que el personaje confíe en su capacidad de convencimiento, pero tampoco tiene conocimientos de negociación.
Por otra parte, Mateo, es lo suficientemente cabrón para partirle el queso a Paul en dos ocasiones, entrar al hospital sin ser visto, secuestrar a una embarazada en su casa, chantajear a Paul, pero no pudo sacar a su hermano, Abe, en el primer intento. ¿Qué se lo impidió? Paul no pudo evitarlo. Y después, se vuelve un inútil, se le acaban las ideas. La magia del guión chafa todo lo puede.
Abe es un matón buena onda que quiere salvar a su hermano de ir a prisión y cuenta con el súperpoder de recibir inyecciones de morfina y con ello agilizar sus reflejos y su fuerza. No le da sueño, ni se pone torpe. Así,  herido y drogado es capaz de pelear cuerpo a cuerpo con cualquiera. 
Taryn, la embarazada, también se cree superhéroe. Intenta descontar a Mateo de un codazo. Yo creo que ha visto mucha televisión. Supongo que con este repaso de los personajes basta y sobra para afirmar que el guión hace agua. Aun así ganan los buenos. Mateo muere, pero Paul recupera su mujer y se hace amigo de Abe. Y claro, los policías corruptos son eliminados. Yo quiero vivir en Hollywood. (Ab.)
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