Terminal - Vaughn Stein (2018)

Terminal es un filme sólo para los fans de Margot Robbie. Debe ser maravilloso estar enamorado de una actriz guapísima y tener los recursos para convertirte en el director de su película. Podrías vestirla, maquillarla y peinarla en cualquier modo que hayas imaginado. Decirle las líneas que quieres escuchar de su boca. Fotografiarla hasta el cansancio, pedirle ciertos gestos y hacer que camine sólo para ti. Claro, debes tener algunas ideas y un guion que te permita hacer todo lo que has imaginado. Ejemplos de estos filmes hay muchos: los filmes de Resident Evil con Milla Jovovich, Lucy con Scarlett Johanson o Moulin Rouge! con Nicole Kidman, por nombrar algunos. También hay ejemplos en que las mujeres pagan por hacer esto con hombres. Un caso transparente es El príncipe de las mareas con Nick Nolte dirigido por Barbra Streisand. El punto es que Terminal es un filme que se una a esta lista.

Si eres fan de Miss Robbie no te puedes perder esta película que está diseñada sólo para homenajear su belleza. No hay otro motivo para verla. Hubo momentos en que estuve a punto de quedarme dormido y tuve que enderezar el asiento para evitarlo. Desde los primeros diez minutos descubre dos cosas que supuestamente deben ser sorpresas.

Si no las descubres es porque nunca viste Sospechosos comunes (1995). La trama es simple y mala: una asesina quiere ganar todos los contratos de un jefe de la mafia y para hacerlo le presenta una apuesta que no puede rechazar. Como una Judith del mundo moderno Annie (Margot) recurre a la seducción para decapitar a sus enemigos. 

El resto es una edición intrincada que se apoya en una fotografía de colores chillantes y sobresaturados para confundirte y distraerte del terrible vacío de la historia. En otras palabras, si no estás disfrutando de la presencia de la protagonista, te estás aburriendo. 

Ni las referencia a Alicia en el país de la maravillas ni Simon Pegg ni Mike Myers pueden rescatar esta cosa. Hay tan poca historia que al final te la explican en un corto diálogo. Además Margot luce más guapa de mesera que como desnudista y un personaje se ve obligado a decirlo en voz alta. 

El sentido del humor es inconsistente y termina decepcionando. La conclusión es que Margot Robbie es bella a pesar del mal gusto en maquillaje y colores. No hay otra cosa que decir. (Ab.)