Sin hijos - Ariel Winograd (2015)
Sin hijos es una magnífica comedia romántica argentina en que las reflexiones sobre la paternidad son inevitables. Un hombre encuentra al amor de su vida en el peor momento posible y se resigna a dejarla ir. Años después, divorciado y con una hija a cuestas se encuentran de nuevo. La situación ha cambiado, quizá no para bien pero las condiciones son otras. Este hombre se ve forzado a decidir entre tener huevos o no tenerlos, entre decir la verdad o jugarle al vivo, entre su hija y una mujer.
Por supuesto nuestro protagonista jamás optará por ser valiente y terminará arrinconado, al más puro estilo de la Selección Mexicana de Futbol, haciendo malabares para sostener una mentira tan grande como un estadio.
Maribel Verdú cede el paso a Diego Peretti y lo acompaña para que se luzca. La niña, Guadalupe Manent, es excelente actriz y se transforma en la perfecta pesadilla y complice.
La película fluye ligera. Se ven involucrados un hermano baboso y un padre ausente, la ex esposa y su novio, un mejor amigo (pediatra sufrido que me hizo reír a carcajadas) y su esposa empecinada en buscarle pareja al protagonista. La fotografía alegre y la música se mezclan con el guion para entregar momentos mágicos.
Casarse y tener hijos es el destino de los débiles de corazón y el pretexto para burlarnos de la sociedad y sus tonterías. Una mentira repetida mil veces no se convierte en verdad, ni aunque la escuches en cualquier sitio a cualquier hora, los niños son una bendición... ¿o no?
Si le rascas un poco, detrás de la fachada, hay vómito, desvelos, preocupaciones, enfados, egos heridos, carencias afectivas, apuros económicos, infelicidad y mucho trabajo. Todo esto es visto con astucia y buen humor en este filme que puedes encontrar en Netflix. Vale la pena no se la pierdan. (Ab.)
Comentarios
Publicar un comentario