The Lost World of Tibet - Emma Hindley (2006)

El mundo perdido de Tibet es un documental es diferente y muy especial que puedes ver en YouTube. Contiene material de archivo filmado por ingleses entre 1930 y 1950 en el Tibet y la explicación de ese material por gente que estuvo allí. Si tienes un poco de curiosidad sobre cómo fue vivir en el Tibet este documental es para ti. Muestra la sociedad estratificada que tenían, cuáles eran sus costumbres y su mezcla de budismo con la cultura previa llamada Bön. También trata sobre el desarrollo del Dalai Lama desde su infancia hasta el momento en que asume el gobierno del Tibet, se entrevista con Mao y termina en el exilio.

Los entrevistados son funcionarios o trabajadores del "gobierno del Tibet en el exilio", de modo que el filme omite la explicación que pudieran dar los chinos sobre sus acciones. Sin embargo, queda claro que la comunidad internacional abandonó al Tibet y un adolescente tuvo que decidir la estrategia a seguir frente al conflicto. Dejando a un lado las cuestiones políticas, el documental explica algunas de las costumbres y es una gran desfile de vestuario, festivales y tradiciones perdidas. 

Algo que me pareció fascinante es que, pese al sentimiento de identidad de la población, no todos los habitantes del Tibet eran tibetanos, convivían con mucha gente de otras naciones, ingleses, chinos, indios y mongoles, por ejemplo. Otra cosa que llamó mi atención, es un ritual en el que un monje danza en lo alto de un poste, algo parecido a los voladores de Papantla. 

Los mexicanos tenemos la tendencia a pensar en la monarquía como algo irreal, casi onírico. Ser un príncipe o una princesa es estar rodeado de lujos y privilegios. Poco reflexionamos en la guillotina o en la carga que llevan quienes asumen esos cargos y lo toman en serio. 

Ver este filme, me hizo pensar en lo pesado que debe resultar ser designado como el responsable del bienestar de miles de personas. No importa si eres la reencarnación de un Bodhisattva o no, eres un humano. En el caso del Dalai Lama, su vida corría peligro y tuvo que negociar con sus miedos para tomar una decisión. Él no esconde su temor ni su carga. 

¿Era su familia privilegiada? ¿Es él un privilegiado? Al ver este filme hay muchos sentimientos encontrados. ¿Quién se cambia por otro? ¿Quién decide qué circunstancias nos tocan y para qué? Aunque nuestra constitución establece que todos somos iguales ante la ley, pocos mexicanos creen semejante mentira, eso es sólo un buen deseo. Sobra evidencia de que algunos roban millones sin pisar la cárcel y otros por una tontería se mueren dentro.

He leído críticas sobre el Dalai Lama diciendo que se ha dedicado a vender las enseñanzas budistas a los ricos de occidente. Creo que quién eso piensa poca responsabilidad ha tenido o es un soñador. El mundo que vió nacer a este hombre ya no existe. Nada queda del pequeño paraíso encerrado que solía ser el Tibet. La confrontación era un suicidio. La geopolítica es cabrona. Eso debería entenderlo cualquier mexicano.

Vi este filme por recomendación de mi amigo Juan Moreno que a su vez me recomendó el libro "La senda de las nubes blancas" de Lama Anagarika Govinda. El filme me parece es de interés general; el libro, aunque resulta el complemento perfecto para terminar de entender la película, es sólo para los budistas que se interesan en el pasado del Tibet. (Ab.)

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