Lo spietato - Renato De Maria (2019)

Los despiadados lleva por título esta película en Netflix Latinoamerica. Ruthless en Estados Unidos. Una película italiana cuya frase principal es en francés: ça va sans dire. Se trata del relato de la vida de un matón que se dice contratista independiente de la delincuencia organizada en Milan. La cinta muestra un poquito de quién fue su padre, como llegó a Milán, su primera condena siendo inocente, su primer milagro (asesinato), sus negocios y el narcotráfico. Si eres mexicano, nada de esto te sorprenderá. Nunca he estado en Milán pero en la cinta se siente una ciudad pesada y sucia como la Ciudad de México. La Iglesia y su doctrina forman parte importante de la película, curiosamente el fútbol queda fuera. Hay algunas secuencias maravillosas como la de la boda o la joyería e incluso alguna escena que remite directamente a Trainspotting (1996) de Danny Boyle que hoy estrena en México Yesterday (2019).

Es curioso ver al protagonista tan macho y despiadado ser domesticado por su mujer, una católica de esas de antes, de rezar por tu alma. También resulta muy extraño ver al protagonista ser el tonto del filme. Su amante y su mujer le dan la vuelta mil veces. Sara Serraiocco, Mariangela, la esposa abnegada luce más guapa que Marie-Ange Casta, Annabelle, la amante y artista. Por cierto, Marie-Ange es la hermana menor de Laetitia Casta que protagonizó L'homme fidèle (2018).

Lo más flojo del filme es la actuación de Riccardo Scamarcio, el protagonista, que utiliza siempre la misma expresión y me recuerda mucho al mexicano Jorge Salinas, cosa que no es un halago. 

La moraleja de la película es que nunca dejes cabos sueltos. La confianza y la compasión son incompatibles con el crimen. Si quieres un socio fiel, cómprate un perro. Si quieres ser cabrón, más te vale mirar de frente a los principios cristianos y darles la espalda.

El filme entretiene y aunque no es El Padrino (1972), la música, el humor y las monjas le dan mucho carácter. Si están cansados y no quieren salir de casa, es ideal para ver por la noche con una cerveza. Es importante decir que tiene final feliz, no es un dramón insufrible. (Ab.)

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