Mute - Duncan Jones (2018)

Surfeando por las aguas de Netflix me topé con Mudo. Me llamó la atención ver a Paul Rudd en un personaje distinto a los que siempre hace y con un estilo propio de Sam Bigotes o de cualquier estrella porno setentera. Puse el avance y al notar que el director es el mismo que dirigió Moon (2009), decidí verla. Durante toda la película sufrí por no poder reconocer al actor que hace a Duck. Donald, es decir Duck, es interpretado por un irreconocible Justin Theroux. Eso no es relevante, lo importante es que la película está muy bien construida a partir de dos historias que se desarrollan en un futuro no muy lejano en Alemania. Por un lado nos muestra el romance entre Leo, un cantinero Amish (¿menonita?) mudo que está enamorado de la mesera Naadirah. A la vez, presenta a Cactus Bill, un cirujano militar americano que desertó, es extorsionado por la policía y trabaja para el dueño de un bar a cambio de una nueva identidad para él y su hija menor de edad, Josie. Es una especie de novela negra futurista que te mantiene intentando descubrir hacia dónde camina.
Cactus, el personaje de Mr. Rudd, es un gringo cabrón con mal humor que por momentos tiene un lado muy humano. Es, en apariencia, buen padre de Josie y buen amigo de Duck, pero sufre el síndrome del Jamaicón y se encuentra alterado por tener que permanecer en Alemania. Duck es un buen médico especialista en prótesis, trabaja con Bill y además tiene su propia clínica. Es un gringo modelo salvo por la debilidad de espiar a menores de edad.
El mudo Leo es un soñador, con habilidad para el dibujo y el tallado en madera, pero con un faceta violenta. Su novia, Naadirah, desaparece de su cama y él no puede aceptar su ausencia, de modo que hace todo lo posible por encontrarla. Poco a poco, la búsqueda le obliga a violar sus creencias religiosas y aprende a utilizar la tecnología.
La película tiene su clímax entre diez y quince minutos antes del final y allí pudo haber terminado de buena manera. El director decidió no dejar cabos sueltos y agrega un epílogo que se siente innecesario, pero que redondea algunos cabos sueltos y justifica algunas de las escenas iniciales. 
La ambientación futurista tiene cosas buenas y malas pero al inicio, los coches voladores parecen malas copias de The Fifth Element (1997). No te claves en esos detalles y dale una oportunidad al filme. Yo no pude adivinar el rumbo de la historia. Si tú lo haces, explícame con qué pista lo descubriste. 
Las dos horas que dura se me pasaron ligeras. Por alguna razón que no alcanzo a comprender relacioné al personaje del mudo con el mito del Golem y el pedestal de madera labrada me recordó a Inglourious Basterds (2009). Mi único pero es que la guapa no me gustó. (Ab.)

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