Last Flag Flying - Richard Linklater (2017)

La última bandera es un filme disparejo que brinca con facilidad de la diversión a la crítica a lo sentimental y se pierde en el camino. Lo que llama la atención son sus tres protagonistas: Steve Carell, Bryan Cranston y Laurence Fishburne. Los tres hacen buen trabajo aunque Laurence fue encanecido con un tinte azul que luce como la nieve falsa en los árboles de navidad. La historia es simple, el hijo de Doc (Carell) murió en Irak y el cuerpo ha sido enviado de vuelta a Estados Unidos. Doc busca a un par de ex-compañeros de la guerra de Vietnam, que no ha visto en años, para que lo acompañen a recoger el cuerpo y darle sepultura. En otras palabras, un road trip movie de pareja dispareja, en la que Doc hace mal tercio y en ocasiones calma las cosas. Cranston es el diablo, el viejo borracho y desmadroso y  Fishburne, que era un borracho desmadroso, es el ángel, un pastor serio y responsable que le teme a su mujer. Carell los tiene sobre sus hombros y escucha a ambos antes de tomar decisiones.

El viaje tendrá varios obstáculos y pocas distracciones. Sin embargo, los tres veteranos cumplirán su misión. Creo que el filme se recarga demasiado en Cranston para hacernos reír mientras que las críticas a la guerra y la religión quedan desacreditadas por el final tan gringo. 

La historia de amistad/romance entre el hijo muerto y el militar que acompaña al cuerpo, queda sutilmente sugerida.  Los viejos se hacen de la vista gorda. Ni siquiera expresan reconocer la existencia de tal relación. Eso me gustó.

Creo que la idea del filme era muy ambiciosa, le doy el beneficio de la duda al director. No quiero creer que su nacionalismo arruinó su película. Me gusta suponer que los enredos de la producción y la censura terminaron por limar todas las asperezas que eran indispensables para que este filme fuera relevante. Lo que queda es el esqueleto de una película cruda, vestido con chistes y momentos que deberían ser conmovedores. Una lástima. (Ab.)