Mother! - Darren Aronofsky (2017)

¡Madre! es y no es un excelente filme de horror. El corto es engañoso porque te vende la idea de que verás una película diabólica, algo como El Bebé de Rosemary (1968). Lo cierto es que aquí no aparecerá el Diablo ni seguidores de un culto satánico. 

Es decir, si esperas ver a Satanás con cuernos y cola, asesinos seriales o payasos del infierno, te va a decepcionar. Si quieres ver maldad, pero maldad cabrona, de esa maldad que hay en todo el mundo, la cotidiana y terrible, entonces es justo lo que tienes que ver. 

Insistiré en que esa maldad no dista de la que ves en los noticieros, pero obviamente es más impactante porque está  preparada por un director que conoce su oficio. Te obliga a mirar a la humanidad con los ojos abiertos y a que te conviertas en juez de la misma. El ser humano no tiene remedio. El ser humano provoca asco.

La película resulta agotadora por varias razones: a) al comenzar no sabes hacia dónde va; b) la claustrofobia provocada por nunca salir de la casa, la cámara en mano y las tomas cerradas; c) el sonido amplificado al grado de sacudir la butaca con los latidos de un corazón; y d) la violencia va creciendo hasta ser casi intolerable.

La primera parte del guión lo escribieron los hombres en un libro que atribuyeron a Dios. La segunda parte es un resumen de la historia del hombre. Ese resumen es tan crudo, tan real, tan absurdo y sanguinario que lastima por dentro.  

La actuaciones de la guapérrima y virginal Jennifer Lawrence, el hosco Javier Bardem, el débil Ed Harris y la agresiva Michelle Pfeiffer son simplemente magníficas. El filme está tan bien construido que al final sólo quieres que todo acabe. El director no tiene fe en el hombre. Tiene fe en la naturaleza y quizá en Dios. No se la deben perder. (Ab.)