Late Night with the Devil - Cameron Cairnes & Colin Cairnes (2023)

 DE NOCHE CON EL DIABLO está en Netflix. Causó grata impresión en mucha gente pero supongo que son personas que disfrutaban los programas de Nino Canún. En lo personal, esos programas siempre me dejaron un sabor a decepción, mucho ruido y pocas nueces. La gente haciéndose la solemne, la importante, ya están allí pero hay cosas que no pueden decir o no pueden mostrar. Una pérdida de tiempo de principio a fin. La cinta sabe recrear de manera muy precisa el ambiente de esos programas que favorecían la polémica. Pero si los odiabas, odiarás la película. La cinta no parece de terror en lo absoluto. Insiste en esos conflictos artificiales cuyas burdas costuras son visibles al espectador. Creo que el filme se centra en la crítica al modo de hacer TV, pero hasta en eso falla. Me explico. Es obvio que como entrevistador hay dos personajes que, de ser posible, deberías entrevistar: Dios y el Diablo. Así que entrevistar a Lucifer sería algo muy deseable para cualquier programa de entrevistas. Lo invitarían Nino, Jacobo, Brozo o Loret. Pero el demonio electo es Abraxas y ni siquiera es un demonio. 

¿Qué interés tendría el demonio en aparecer en un programa que ni siquiera es el de mayor audiencia? ¿Intentaría lavarnos el cerebro? ¿Reclutar almas para su causa? Quizá aparecería sólo por probar sus poderes, pero dicen que el mejor truco del diablo es convencernos de su inexistencia. 

Es una falla recurrente de las cintas de terror que el Diablo se lleva las almas, pero no sabemos para qué le sirven. Imagina  mata a todos los que participaron en el programa o que todos los humanos terminan yendo al infierno. ¿Qué carajos gana el diablo con eso? Me recuerda la historia de Job, el Diablo y Dios apuestan y joden mucho a Job pero el Diablo no gana nada. 

Luego, se vincula al presentador con el club The Grove o Bohemian Grove de California, mismo club que aparecía en el capítulo 60 de House of Cards, bajo el nombre de Elysian Fields. Se dice que la membresía asegura el éxito, pero en este caso, el conductor destruye su carrera. Parece que Abraxas es el diablo de los chistes que te castiga cumpliendo tus deseos. 

En fin, la cinta no sabe cerrar. Critica la ambición de los presentadores y la ausencia de ética de las cadenas para aprobar su contenido, pero me parece que cae en lo mojigato. Insisto, cualquier programa pasaría a la historia si entrevista al diablo, o algún demonio, o fantasma. Si para invocar al demonio, hay gente dispuesta a empeñar su vida, no es mi problema. Lo vería. (Ab.)

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