Casi el Paraíso - Edgar San Juan (2024)

CASI EL PARAÍSO está en cartelera, es divertidísima y deberías verla. Hace mucho que no salía tan contento del cine, me reí mucho. Llegué con prejuicios porque el cine mexicano me ha decepcionado muchas veces. Las cintas que llegan a salas frecuentemente son comedias simplonas, predecibles, con estética de telenovela. Quizá por haber platicado con el director y enterarme de que la cinta se basa (¿se inspira?) en la novela de Luis Spota, me quedé enganchado. Entré a la sala intentando no pensar en nada, la primera secuencia es en Italia y está hecha con dron, Italia me fascina pero los drones no me encantan. Recordé la entrevista y asumí que comenzar así es un pequeño tributo al Resplandor (1980), película favorita de San Juan, que inicia con una toma aérea sobre el río. Pronto descubrí que esta adaptación se alejaba del libro. Para empezar, el guión no correspondía a la época de la novela. Su director comentó que al actualizarla disminuyeron los costos de producción en 40% y todo comenzó a moverse. Pero no esperaba esto, estaba gratamente sorprendido.  Con mucho tino se sustituyen cosas y la adaptación fluye. Supongo que Luis Spota jamás imagino que el teléfono celular y las redes sociales pudieran incorporarse a su historia de manera tan natural.

La cinta da un salto a Acapulco, muestra un par de yates pero lo que sucede es muy distinto a lo que marca la novela. Luego la fiesta en la casa de playa de los Rondia que casi no vemos. De nuevo muy diferente del texto; pero apegado a su espíritu. Aquí abandoné las comparaciones con la novela y me concentré en el filme. La música está puesta con intención, no soy fan de Peso Pluma, pero la idea es que despierte a la gringa. Después destacan la versión de Fiordaliso en italiano de Yo no te pido la luna  y la Maldita primavera de Loretta Goggi. Toda la música cumple su función y comprar el soundtrack vale la pena.

Los actores están geniales. Alberto Estrella apenas aparece pero su personaje es muy importante.  Mauricio Lombardi se roba cada escena y tampoco aparece mucho pero su personaje merece su propia cinta. Gerardo Taracena está perfecto. Karol Sevilla está genial como la clásica chamaca consentida, nefasta y manipuladora. Le pone sabor al caldo.

Miguel Rodarte está para hacerlo muñeco de peluche con banda presidencial, es el clásico cabrón mafioso adorable. Andrea Arcangeli siempre en su papel, aguanta la presencia de todos los buenos actores que lo rodean y mantiene la ingenuidad de su personaje. Pero para mí, Esmeralda Pimentel se roba la cinta. No se trata sólo de la importancia de su personaje en la historia ni de su belleza. Es el cambio entre la etapa en Italia y la etapa en México. Me parecía irreconocible. Además a ella no le tocan los chistes, le tocan los madrazos y los pone con mucha elegancia.

Esta cinta fue hecha con afecto, cada detalle está cuidado y el retrato de nuestra sociedad es puro gozo. Creo que la adaptación y todo el trabajo en el guión tiene mucho mérito. Se nota oficio a la hora de poner, quitar, cambiar y fusionar. Cada giro de tuerca, grande o pequeño, es una muestra de talento. 

En plan hiper crítico diría que en un par de ocasiones el fotógrafo se confunde y no sabe a quién seguir, pero es un detalle mínimo. Incluso el guiño a Casablanca (1942) me pareció afortunado. La película fluye, siempre ligera, bordando una tensión que va creciendo y termina con varias sorpresas de puro cinismo mexicano. Creo que los tres amigos (Iñarritú, Cuarón y Del Toro) dejaran de ser Los Panchos y deben abrir espacio para este cuarto Beatle que no se ha dado cuenta del peliculón que acaba de regalarnos. La fortuna favorece a los audaces. (Ab.)

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