Este inteligente y entretenido filme, en MAX, requiere que pongas atención. Si te levantas del sillón por botanas o estás revisando WhatsApp no vas a entender. Aunque lo que sucede es bastante simple, la cinta está hecha para obligarte a pensar. Para empezar, los pantanos son desorientadores. Caddo Lake es un lago / pantano en la frontera entre Texas y Luisiana. Es el equivalente de un laberinto porque no hay puntos de referencia claros. Esto se hace evidente cuando uno de los personajes ata una cuerda a un árbol o cuando vemos una bomba de agua (parece de petróleo) activa y después aparece abandonada. Por otra parte, la historia no es contada de manera lineal, resultaría aburrida. Así que tardarás un poco en identificar los avatares de los personajes. ¿Quién es quién? El resultado es a la vez sorprendente y decepcionante. Pero, para seguir hablando de esta cinta es necesario revelar de qué trata. Quizá sea mejor verla sin saber nada y luego volver. Tú decides.
SPOILER ALERT
La película elabora los conflictos que crea un portal temporal que se abre cuando las aguas del lago artificial están bajas. Pero el portal no te lleva siempre al mismo momento. Quizá sea mejor decir que en un área determinada existen dos, tres o más portales temporales muy cercanos uno del otro.Allí, cualquiera puede cruzar los portales y viajar en el tiempo hacia adelante o hacia atrás. Podrías llegar de día al lugar y al cruzar será de noche en otro año o viceversa. Pero eso sólo sucede cuando el sitio está seco o el agua está baja. Si la zona es cubierta por agua más allá de la cintura, los portales se cierran. Es importante saber que no es una máquina del tiempo. Es un portal natural por el que cruzan lobos y polillas. Quizá por eso el agua satura la capacidad del portal y termina por cerrarlo. No sé qué pienses, pero la premisa es fascinante.
Después viene una trama de gente que desaparece y es buscada por su familia. Obviamente, jamás los encuentran, porque para que eso suceda el viajero debe volver por el portal, nadie los secuestró. La trama se complica porque dos viajeros quedan atrapados en un año al que no pertenecen.
Obviamente esto tiene algo de tonto porque el personaje Paris (Dylan O'Brien) pudo haber hecho lo mismo que el otro personaje desaparecido. Quedarse en esa época y armar su vida. Pero esto no es una serie de 8 capítulos, es una película y el tiempo corre.
Además, aunque no hay ley que lo prohiba, los viajeros en el tiempo no deberían encontrarse consigo mismos. Tampoco deberían tocarse y los objetos jamás deberían duplicarse. Son viajes en el tiempo, no son dimensiones paralelas. El final no me gustó pero agradezco que mis neuronas tuvieran que trabajar. (Ab.)
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