La Grande Classe - Remy Four & Julien War (2019)

¿Quién ríe ahora? o Back to School está en Netflix y no vale la pena. Es un intento de comedia gringa hecha por franceses que tiene un buen arranque y después se desploma. La historia trata sobre un par de adolescentes nerds que fueron molestados en la secundaria, que ahora son adultos medianamente exitosos que viven en París y acaban de cerrar un buen trato. El par de amigos descubren que no fueron invitados a la reunión de ex-alumnos y deciden presentarse a la fiesta. Ya que nunca superaron los malos ratos de la secundaria quieren ver a sus compañeros y restregarles el éxito recién logrado. Asisten a la reunión presumiendo el BMW del padre de uno de ellos. Hasta allí todo va bien. Lo que sigue es que al más chaparro, que en los viejos tiempos fue un gordo alto, lo confunden con el líder de los gandallas del salón, un tal Jonathan López. El error se basa en que ambos tienen el mismo nombre de pila. La premisa es ilógica, es como si el físico y la actitud fueran invisibles, pero tomando en cuenta que se trata de una comedia, no hay que tomarse todo tan en serio. Nada sale conforme a lo planeado, su supuesta venganza resulta contraproducente y ambos terminan ridiculizados una vez más. Tras muchos clichés y tonterías, las cosas mejoran no sin antes destruir el BMW y ser golpeados. Finalmente, Jonathan parece tener una buena noche y termina ligando. 

Ahora que lo escribo no suena tan mal. Pero lo cierto es que hay varios detalles que resultan inverosímiles. Uno, la actitud cobarde del que se supone es el líder de la banda. Una cosa es que lo confundan, otra que a nadie parece extrañarle que se haya vuelto tan torpe. Por ejemplo, la exnovia lo tiene que andar persiguiendo todo el tiempo para tener sexo, cuando la idea de asistir era justamente el coito. Otra cosa que arruinó la cinta fue que  a la mitad descubrí cuál de los personajes era el Jonathan malo que ahora brillaba por su ausencia. La confusión no se sostiene. hay al menos dos personas en esa fiesta que tuvieron sexo con Jonathan y que ahora lo besan sin notar que no es la misma persona. Supongo que los Jonathan son tan nefastos que no huelen a nada.

Además la película carece de ritmo. Los buenos momentos son contados y la tensión nunca se acumula. Una y otra vez esperas que algo grave suceda y te quedas esperando. Lo más grave es la destrucción del auto con la participación del dueño y el descubrimiento de la homosexualidad del Jonathan malo. Hueva. 

Quizá la película va dirigida a una audiencia adolescente que nunca haya visto filmes como Revenge of the Nerds (1984), Ferris Bueller's Day Off (1986) o American Pie (1999). Para los que ya vieron esas películas, ésta no aporta gran cosa. El cine francés tiene un estilo muy peculiar y es extraño que insistan en copiar el formato gringo. Zapatero a tus zapatos. (Ab.)
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