It's Kind of a Funny Story - Anna Boden & Ryan Fleck (2010)

La misma pareja que hizo Mississippi Grind (2015) y Captain Marvel (2019), antes hizo esta maravilla, inteligente y divertida, que gracias a Netflix puedes ver con el título Una historia diferente. El guion es adaptación de la novela It's Kind of a Funny Story escrita por Ned Vizzini, basada en sus experiencia de hospitalización por depresión, quién se suicidó a los 32 años saltando desde un edificio. Sin embargo, la película es muy alegre y cero depresiva. El filme es una oda a la vida, a la alegría y al amor. La historia es la de un joven talentoso y privilegiado que se siente sofocado por las expectativas de su familia y su círculo social. No sabe bien qué lo afecta y ha estado pensando en el suicidio. Recuerden, es una comedia. El chico está consciente de su malestar y casi sin desearlo se interna en un hospital. Allí pronto, se enfrenta a gente en peor estado y reconsidera su situación, quizá no está tan mal como pensaba, y busca salir del sanatorio. Es demasiado tarde, debe cumplir con unos días antes de volver a casa.

Allí encuentra un poco de sabiduría, diversión, amigos, novia y recuperará las ganas de vivir. Le caen tan bien las vacaciones que se relaja y se da tiempo de arreglar su mente y ayudar a otros. Por supuesto, hay final feliz.

Hay dos secuencias grandiosas en las que lloré con una mezcla de compasión y alivio. La música forma parte indispensable de esta película. Under Pressure y Where is my mind suenan para dar contexto a las imágenes y la combinación genera un golpe emocional contundente.

Zach Galifianakis, que no es mi actor favorito, está magnífico. Emma Roberts luce súper linda, Lauren Graham es una guapísima mamá buena onda. Zöe Kravitz hace de chica sexy. Jeremy Davis sigue encasillado rol de rarito. Viola Davis y Adrian Martinez cumplen. Keir Gilchrist es perfecto y la niña De Vestern roba cámara.

De pronto, como mexicano, resulta difícil creer que un hospital público funcione tan bien y tenga unas instalaciones tan dignas. Eso no es culpa de la película sino de los servicios de salud en México. Yo recuerdo que en los setenta las clínicas del ISSSTE me parecían dignas, olían a limpio y medicina, hoy las veo muy deterioradas.

Volviendo a la película, es una de esas que te devuelve el buen humor y te hace pensar en lo afortunado que eres. Si alguna vez pensaste en el suicidio, será imposible que no te identifiques con el personaje principal y que dejes salir el sentimiento.

Si eres de esos inmunes a la vida, bien por ti, las reflexiones que este filme propone quizá te resulten un poco bobas o empalagosas. Para el resto de los mortales es necesario redescubrir el gusto por la vida cada tanto y este filme ayuda mucho. (Ab.)
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