Fences - Denzel Washington (2016)

Netflix ya tiene disponible la feroz cinta Barreras. Disculpen al traductor, el título se refiere a la cerca que construye el personaje principal para delimitar su patio trasero. El filme se basa en la obra de teatro Fences escrita y adaptada por August Wilson. Durante los primeros minutos  se siente como si todo lo importante saliera de las bocas de los personajes y las imágenes sobraran, pero eso es una falsa impresión. Los colores neutros y los espacios pequeños construyen una sensación de fastidio, permiten imaginar a qué huele esa casa, es especial la cocina, y ese traspatio, nos hacen vivir allí, con esa familia, con esa intensidad. Es cierto que la película se apoya mucho en los diálogos y sólo en un par de momentos, después de una escena cabrona, hace silencio para ver el cielo o algún detalle, pero las imágenes son la olla express en que contiene la emoción. Este platillo se cocina a fuego lento, es una tragedia severa con notas dulces no apta para los débiles de corazón. Ten paciencia, si logras superar la primera media hora el resto es mejor. Tanto que Mr. Washington estuvo nominado al Oscar de 2017 como mejor actor por este filme y se encabronó al perder con Casey Affleck. 

El personaje principal, Troy Maxson, es un hombre que ha sido rechazado toda la vida, jugó beisbol en la liga negra, estuvo en la cárcel y ahora trabaja como recolector de basura. Su vida ha sido dura y sus convicciones son firmes. Él sabe que, en su contexto, su raza nunca ha sido una carta de recomendación y quiere que sus hijos lo entiendan sin pasar lo que él sufrió. La película no se mueve mucho, casi no utiliza espacios abiertos y eso, sumado a las largas conversaciones, provoca claustrofobia. Agradecí verla en Netflix, porque dura más de dos horas y la pude detener un par de veces. 

Un hijo adulto que pide dinero, un hermano que sufre un desorden mental, un amigo que parece un policía, una mujer que se las sabe todas, un hijo joven que se siente rechazado. Este es el universo de Troy Maxson, pero durante un buen rato no sabrás hacia dónde va la película. Además hay dos detalles muy molestos: a) no hay privacidad, las cerraduras están de adorno, todos entran y salen libremente de la casa; y b) todos beben directamente de la misma botella. Disculpen mis traumas.

Para cuando llega el final, todo tiene sentido y no hay una sola cosa en la casa que no tenga una carga emocional. Si Denzel no logra conmoverte, estoy seguro que Viola Davis lo hará. Espera el final y mira qué se dibuja en el cielo.  Escucha la trompeta del Juicio Final...

Fences es un peliculón muy difícil de ver pero que te lava por dentro. Si crees que tuviste una vida dura o un padre difícil, ven y mira. Si yo hubiera sido Denzel también me hubiera encabronado no ganar el Oscar. (Ab.)
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