Unfaithful - Adrian Lyne (2002)
INFIDELIDAD es una de mis películas favoritas. La historia es lineal y cuenta algo con lo que cualquiera se puede relacionar. Puedes ser Connie, la esposa infiel; o Edward, el cornudo; o Paul, el amante. Algunos llamarían a esto un triángulo amoroso, pero sólo su conclusión es amorosa. Lo amoroso viene cuando el triángulo ha desaparecido. Aunque al inicio puede parecerte que ser el amante es la mejor opción, cambiarás de opinión. Pero el guión es una joya, a cada uno de los personajes principales corresponden otros que lo aterrizan. Connie tiene a sus amigas Tracy (el ángel) y Sally (la diablillo). Edward pone los pies en la tierra gracias al investigador privado que por dinero toma las fotos y al empleado que gratuitamente lo manda a revisar su matrimonio. Paul tiene a su ex esposa (que nunca aparece) y a la amiga (presente y coqueta) que pone celosa a Connie. Incluso, la misma Connie (placer) y Edward (violencia) sirven como dualidad a Paul. Si bien la historia es una tragedia, el final es apenas abierto para que vuelva la esperanza.
El guión logra que el Edward (Richard Gere) quiera ser el esposo, Connie (Diane Lane) quiera ser la esposa y Paul (Olivier Martinez) quiera ser el amante. Están a gusto en su propia piel. Para mí, ese detalle constituye una genialidad que pocas cintas logran. Sin importar el personaje con que te identifiques, terminarás un poco decepcionado. Todos tienen luces y sombras, todos están convencidos de que su vida vale la pena, aunque están a punto de ahogarse en un vaso de agua.
La vida que damos por hecho cambia en un momento con una tontería. Tanto Connie como Edward tienen su momento para empeorar las cosas. La cinta se inclina hacia el drama pero siempre conserva el sentido del humor. Por ejemplo: las frases respecto al trasero de Connie en el baño del café y que los detectives sospechen de ella y no de Edward.
La cinta siembra muchos momentos que se sienten reales, son casualidades bien plantadas. Un idiota choca tu coche el día que llevas un cadáver en la cajuela. Te equivocas al dar el nombre del salón a la persona de información pero ella te corrige y te entrega el número correcto. Te pintan un garabato delator que no se borra sin tallar.
Otra asunto genial son las referencias a libros. Paul regala a Connie el libro de poesía Rubaiyat de Omar Jayyam (astrónomo persa) lo cual sugiere que esta infidelidad está escrita en las estrellas. Connie y Paul tocan las paginas de un libro en el apartamento de Paul. Es un ejemplar en braille, abierto en el poema My Mother Makes Me Chicken de Jack Prelutsky:
El verso es divertido, pero no está allí para hacer un chiste. Si lo lees con atención descubrirás que implica que aquellas cosas que recibes de los que te aman no siempre son las mejores y te invita a la desobediencia, a hacer lo que te gusta hacer, a no tragarte las ideas incómodas de otros.
Hay tantos detalles que podría parecer un filme complicado. Su elaboración fue minuciosa, pero verlo es puro placer, no requiere de un esfuerzo especial. El director ya hizo todo lo difícil, verla es muy fácil y sólo queda disfrutarla. (Ab.)
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