Disfruté mucho este filme muy al estilo de Woody Allen, en Prime Video. Jason Bateman interpreta a Conrad Valmont, un cuarentón rico que jamás ha trabajado, vive en el hotel de su familia, visita al psicólogo y dice estar escribiendo una novela. Pero, de un día para otro, por pleitos entre sus padres, es echado a la calle con lo que trae puesto. El tipo tiene un amigo pintor de renombre con buen nivel de vida llamado Dylan que lo recibe en su casa. Para no sentirse culpable,
Dylan también tiene problemas psicológicos y regala un Volvo a la ex en turno cuando concluye la relación. Esta pareja dispareja de amigos pondrán en riesgo su amistad por la aparición de Beatrice Fairbanks, una joven de la que no sabemos gran cosa: es guapa, es modelo y es interpretada por Olivia Wilde. La cinta menciona ser una sátira sobre gente rica que no le importa a nadie.
Conrad y Dylan, están compitiendo siempre pero son amigos que se envidian mutuamente a pesar de estar decepcionados de la vida y de sí mismos. La vida es puro juego, cuando la tomas en serio la arruinas. Fluir con el mundo es mejor.
Billy Crudup es un buen avatar de Woody Allen, tiene esa vibra triste e inteligente. Pero Jason Bateman se lo come vivo. Supongo que en este caso, esa es la dinámica entre los amigos. Miss Wilde parece muy incómoda a la hora de modelar, pero en el resto de las escenas está muy bien.
La cinta no dura ni hora y media, pero los diálogos se hacen un poco pesados. Son excelentes líneas, pero para entender el chiste es necesario poner atención. Es una comedia que falla al hacerse la inteligente y culta, incluso se da el lujo de copiar la escena de baile de Bande à part (1964). Esas cosas sólo se le permiten a Tarantino. Si eres del team Rápido y Baboso la vas a odiar. Si eres del team Woody Allen, la disfrutarás. No tuvo mucho éxito. (Ab.)
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