Disney ha tenido suerte e incorporó a su catalogo este filme que, supongo, no leyeron entre líneas o exhiben con descaro en pro de la superioridad racial. Años han pasado desde lo de César, buen pretexto para colar una ligera crítica a las mentiras de la Iglesia y el lavado de cerebro incluido en la educación que imparte el Estado. Ahora, Noa es un simio que siendo el hijo del líder de su clan, busca ganarse el respeto de todos. Pero el clan es uno de muchos que se han dispersado y sólo lo diferencia de los otros su relación simbiótica con las aves. No es un clan agresivo ni poderoso, es pacifista. Hasta ellos llega un clan más ambicioso, que incluye gorilas y una pizca de tecnología. Del choque resulta la destrucción del asentamiento de Noa, la muerte del líder y la toma de prisioneros. Noa se queda inconsciente, tras el pleito. Despierta a la mañana siguiente entre escombros y decide seguir el rastro de su clan. En el camino descubre que lo siguen el águila de su padre y una excesivamente guapa humana solitaria, Nova. En su recorrido se topa con un orangután, Raka, que rápidamente lo examina y se hacen amigos. El pelirrojo es un ser superior, que sabe leer y escribir y comparte sus conocimientos de historia. Noa, Raka, Nova y el águila hacen equipo y siguen el rastro de los simios armados. En una batalla Raka es arrastrado por el río, mientras Noa y Nova son capturados. Cuando Noa se encuentra con su clan, descubre que los han tomado con la intención de usarlos como fuerza de trabajo. Proximus, el gorila líder del clan agresor desea abrir un búnker humano. En el edificio hay algo que Nova busca, y muchas otras cosas que no quiere que sean tomadas por los simios.
La película es una delicia que se construye con calma y espectaculares efectos especiales. Pero en el fondo exhibe lo más oscuro de los humanos y lo mejor de los simios. ¿Quiénes son esos humanos y quiénes son los simios?
Los humanos pueden ser los europeos o los chinos o los americanos. Esos que se sienten dueños del mundo y que abiertamente expresan su intención de estar en la cima y no compartirla con nadie. Los simios son una romantización de todos los otros pueblos que jamás han sido poderosos.
Lo rudo de esta cinta está en ese modo tan explícito de mostrar los planes de esos humanos que se sienten desplazados del poder. Tomar control absoluto y devolver al resto a un estado tal que las opciones se reduzcan el exterminio o las jaulas. La pregunta que se queda dando vueltas es ¿qué lograrían si recuperarán el poder? La respuesta es: nada. Se trata sólo de demostrar superioridad y humillar al resto. Si quieres verlo como una lucha entre especies es factible, pero para mí, fue demasiado obvio que la lucha es racial.
Aunque la película es maravillosa, hay un par de asuntos que rompieron el encanto. Por una parte la belleza de Nova (Freya Allan) no tiene lógica si tomamos en cuenta las malas condiciones en que ha sobrevivido la humanidad. Por otra, la excesiva buena voluntad de los simios del clan de Noa. Al inicio de la cinta hay una muestra de que son normales, un poco gandallas, egoístas, dispuestos a violar las leyes, pero ninguno revienta a Nova y es muy obvio que ella reconoce estar en desventaja física respecto de los simios.
Además, el final sugiere que Noa hizo todo mal. Trabajó por el bienestar de los humanos y la dominación de su pueblo. Es realista, pero horriblemente triste para una cinta que debería dejar un poco de esperanza. Además, para los humanos, no cierra bien. Lo lógico es que Nova mate a Noa que es demasiado listo y significará problemas. Hay cierta incongruencia entre las metas de los grupos y las de los individuos, pero eso le inyecta realismo. (Ab.)
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