Competencia oficial - Mariano Cohn & Gastón Duprat (2021)
Tanto la directora como los actores son clichés que hacen de los ensayos una pesadilla. Lola asume esa postura de gurú que va a extraer de sus actores lo mejor para una película que hará historia. Felix es banal y caprichoso, una diva. Mientras Iván exhibe una ética amargada y rabiosa. De cualquier modo, los actores obedecen a regañadientes y en ocasiones contestan con mordiscos. El conflicto en este triángulo de egos que se miran con desdén provoca una tensión en la que los chistes exigen al espectador utilizar sus neuronas.
Lola se mantiene por encima del conflicto gracias a su posición de poder (de la cual abusa) y aunque ella provocó el choque, no pierde oportunidad para mostrarse condescendiente, juzgarlos y castigarlos. Quizá la reflexión de esta cinta sea que hacer cine es una ridiculez hermosa que en ocasiones trasciende y en otras se olvida.
La película logra sus momentos más divertidos cuando los personajes se dejan llevar por la ira. Si fuera una cinta gringa, el desenlace consistiría en que los actores aprenden a complementarse, se hacen amigos y la película es un éxito. No esperes un final así. Todo absurdo y todo sacrificio es válido para crear arte. O quizá no. (Ab.)
Si te gustó esta reseña, compártela con un actor.
Comentarios
Publicar un comentario