A Family Affair - Richard LaGravenese (2024)

 UN ASUNTO FAMILIAR, en Netflix, es un bodrio de negativa programación neurolingüística. El trailer vende la relación entre Brooke (Kidman), escritora madura madre de Zara (Joey King) y Chris (Efron) estrella de cine de acción y jefe de Zara. Me causaba infinita curiosidad ver un ligue entre Nicole y Zac, pero tras media hora de calentamiento, la película revienta en diálogos horribles para que Zara exprese la ansiedad que le provoca su vida perfecta. Supongo que la guionista Carrie Solomon vive en una burbuja muy pequeña y jamás ha tenido contacto con el mundo de los mortales. No la conozco. Sin embargo, podría apostar a que sus padres son personas exitosas, tiene unos 30 años, vive en Los Ángeles, California, hace yoga, hornea cupcakes, jamás ha tenido problemas de dinero y es soltera o divorciada. Nada de malo hay en una vida plena, pero su percepción del mundo es tan reducida que no conecta con el 99% de la humanidad. Su mundo es tan cómodo que nunca se ha mojado los pies para limpiar las hojas que tapan el desagüe tras la tormenta. En consecuencia, la ausencia de  WiFi es razón suficiente para un ataque de ansiedad. 

Así que la película no se trata del sexo salvaje que puedan tener Nicole y Zac, ni de los problemas que les causan las diferencias culturales o los 20 años de distancia. La cinta gira sobre la ansiedad que le provoca a una joven bien comida, bien educada y con contactos, no tener asegurada una carrera en el mundo del cine. Quizá a partir del Covid, se puso de moda la ansiedad y, sin ser una emoción, ahora es protagonista de Inside Out 2 (2024). 

Antes critiqué The Idea of You (2024), pero aquella es a ésta, como el ídolo Pedro Infante al casi famoso Pedrito Fernández. En otras palabras, esta cosa quiere ser lo mismo que aquella pero es de calidad notoriamente inferior. Nicole Kidman es mucho mejor actriz que Anne Hathaway. Basta comparar Devil Wears Prada (2006) con Dogville (2003), Eyes Wide Shut (1999) o The Killing of a Sacred Deer (2017). Mientras Anne insiste en lucir guapa, Nicole trabaja con directores que son leyenda. Supongo que aceptó el personaje por diversión. Mastica y escupe vivo a Zak que luce como si lo hubieran picado un millón de abejas y estuviera cerca del shock alérgico. Tristemente, ellos y Kathy Bates están de relleno. Lo importante es que Zara sufre por no tener la vida resuelta. 

La película está tan torpemente construida que Eugenie, amiga de Zara, pierde la paciencia y le hace notar a la egoísta que no se interesa por nada ni nadie y sus problemas son tonterías. Pero se lo dice de modo ligero. Tan ligero que  Zara sale de allí para ir a comprar helado. 

Imagino que la cinta deseaba mostrar una mujer poderosa, pero dibuja a una joven patética, haciendo berrinches a diestra y siniestra, envidiando el sexo que tenga su madre y la paz mental de su abuela, en espera de que el Universo le brinde todo lo que merece. Mágicamente todo se soluciona cuando después de sabotear la relación de Brooke, sufre un ataque de culpa que logra reprimir su ansiedad. Y Chris le da un ascenso para distraerla mientras vuelve a revolcarse con Brooke.

Joey King no tiene talento y belleza suficientes para ser protagonista en una cinta que incluya a Nicole Kidman, Zac Efron o Kathy Bates. Cualquiera de ellos es más talentoso que ella. Así que quién eligió el elenco cometió un grave error. Pero si la idea era hacer una comedia, el personaje es tan estúpido que provoca pena ajena. 

El tiro salió por la culata, la  parece publicidad de ansiolíticos.  Si Zara Ford, completamente sana, viviendo a todo lujo en casa de su madre, sin responsabilidades y con dinero en los bolsillos, tiene razones para sufrir de ansiedad, imagina como se siente una desempleada de 20, embarazada, hija de madre soltera, que no entró a la Universidad y no sabe que va a comer mañana. La cinta es torpe en su intención de normalizar la parálisis por ansiedad. Evítala. (Ab.)

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