Eight for Silver - Sean Ellis (2021)

Siento profunda debilidad por los hombre lobo. No importa si están bien o mal hechos, lo importante es que sean inteligentes y cabrones. Esta cinta, también titulada THE CURSED, disponible en HBO Max, explica el origen de estos enigmáticos seres. Explica que las 30 monedas de plata que Judas recibió por entregar a Cristo tienen una maldición y que esa maldición es aterrizado por gitanos en un molde dental (supongo hecho de barro o cera de la boda de traidor). Desconozco si alguna vez fuiste al dentista pero el proceso de los moldes para tener una escultura en yeso de la mordida era una una tortura. La última vez que lo sufrí ya era más aceptable, la pasta tenía buen sabor y no te escurría hasta la laringe. El caso es que los gitanos tienen ese molde y cada que lo necesitan pueden fundir monedas para llenar el molde con dientes de plata. Es una especie de amuleto protector, que funciona a pesar de que los gitanos sean asesinados.

Esa historia basta para ganarse mi interés. Pero el asunto no se detiene allí. Resulta que la maldición se transforma en pesadillas que persiguen a quienes se hayan beneficiado de la muerte de los gitanos. Los sueños obligan a la gente a encontrar el molde enterrado en la tierra, a usarlo y morder. Eso desata una epidemia de Licántropos lampiños.

La cinta se mueve de una trama de despojo inmobiliario a una de sobrevivir a la amenaza matando a los infectados. Pero la cinta tiene dos o tres momentos de puro salvajismo visualmente impresionantes. Su versión del espantapájaros parece más realista que la ingenua versión que yo conocía.

Por otra parte, resulta muy agradable ver el cinismo de los nobles y su ambición por la tierra. Otro rico plato es la suma de mentiras y secretos que resulta insostenible y ridícula, pero los personajes son incapaces de hablar con la verdad. Lo más simpático es que todos terminan escondidos en la Iglesia.

Quizá los actores no son los mejores, siento que Boyd Holbrook no se esfuerza lo suficiente. Roxane Duran en sus tres minutos en pantalla resulta más verosímil peleando con el viento por tender las sábanas. Los niños Amelia Crouch y Max Mackintosh lo hacen bien. Alistair Petrie no puede solo. Necesitaba más tiempo con la hermosa Kelly Reilly, pero ella también tiene pocos minutos. 

La película se sostiene gracias al guión que retoma el mito de la Bestia de Gévaudan. Si crees en bichos extraños o en maldiciones es lo de menos, lo cierto es que la gente es capaz de todo por hacerse rico sin trabajar, eso incluye quedarse con las tierras de otro. 

También es interesantes notar que las maldiciones fueron una forma primigenia de terrorismo que permitía matar impunemente. Allí viene otra ola del Kobyt. Me recordó una muy buena cinta de 2001 Le pacte des loups (The Brotherhood of the Wolf) de Cristophe Gans. (Ab.)

Si te gustó esta cuadrúpeda reseña, compártela con tu conspiranoico de cabecera.