Blind - Michael Mailer (2016)
AMOR A CIEGAS o LA LECTORA es un churro que me enganchó gracias a Demi Moore. No puedo evitarlo, me parece muy guapa a pesar de sus arreglos estéticos. La historia es una bobada con dos ramas que se cruzan. Una rama sobre Bill Oakland (Alec Baldwin), un escritor que perdió la vista en un accidente automovilístico y ahora se dedica a dar clases de escritura creativa, pero requiere ayuda para revisar y calificar los trabajos de sus estudiantes. Bill es un cabrón que se burla de quien lo ayude en el centro comunitario el Faro. Gavin, un muchacho que quiere ser escritor y no puede pagar por las lecciones, se apunta como voluntario en el Faro para acercarse a Bill y recibir clase gratis. La necesidad hace que Gavin soporte las groserías del ciego y acepta hacer otras chambas para Bill. La otra rama es sobre Suzanne (Demi) la esposa trofeo de Mark Ducthman, un empresario naco y estafador. El tipo es descubierto de modo que va a la cárcel en lo que se tramita el juicio y a Demi l a condenan a trabajo comunitario porque nadie le cree que no sabía de los negocios sucios de su marido.
Obviamente Demi llega al Faro para leer al ciego. Chocan porque ella es muy fifí y Bill es muy rudo. Suzanne busca que le den otro trabajo en el sitio, pero la directora del Faro (Eden Epstein) le advierte que si no cumple tendrá que ir a prisión. Bill decide domesticar a Demi y ella comienza a ver que el escritor no es un pelmazo. La ceguera del tipo le hace sentirse confiada.
Esto es una cinta romántica, su amor es imposible, ella está casada con un hombre violento y él no ha superado la muerte de su esposa. Ya sabes que van a enamorarse. Obviamente hay más personajes y se van revelando algunos secretos, pero no cuento más por si quieren divertirse un rato.
Lo importante, lo atractivo, es ver a Demi Moore usando diferentes disfraces según la ocasión. Al principió se le notan mucho los hilos que le sostienen la sonrisa pero conforme la cinta avanza se notan menos y se ve guapísima.
Las comparaciones son odiosas y el botox inmoviliza los músculos. Demi tiene ese bestial sex appeal que todo lo puede y que me hace perder objetividad. Pero es injusto que la pongan frente a frente con la joven Eden.
El final es bastante cursi, pero agradecí echar una mirada a un sitio súper fresa en la costa francesa. Por cierto, nunca se explica de dónde saca tanto dinero el escritor, supongo que sus dos libros recaudan tanto como el conjunto de todos los libros de Stephen King. Es un churro pero me entretuve. (Ab.)
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