The Night of the Hunter - Charles Laughton (1955)

LA NOCHE DEL CAZADOR, en Amazon, es una de esas cintas clásicas que todo el mundo debería ver. En especial aquellos que dicen que Barbie (2023) es buena. El filme no es perfecto, las actuaciones ya se sienten algo acartonadas, poco naturales, pero su historia es una lección de guión que se saltó Greta Gerwig. Seguramente se justificó diciendo que la trama era producto del patriarcado opresor que condenaba a las mujeres a las labores del hogar. Lo importante es que con pocos personajes y de manera lineal se presenta una secuencia de hechos interesantes y violentos. Robert Mitchum da vida al personaje de Harry Powell, un infeliz que se hace pasar por pastor de una Iglesia a la que sólo asiste él. Lo cierto es que el tipo se sabe la Biblia y los resortes para manipular a la gente común. En esta cinta hay buenos y malos pero la estrella no tiene miedo de ser el peor de todos. 

Ben Harper, un padre de familia desesperado por la Gran Depresión, roba dinero y sabiendo que lo van a capturar vuelve a casa con tiempo suficiente para esconder los billetes y hacer que su hijo prometa nunca revelar el secreto. Meten al tipo a la cárcel y allí conoce a Harry que se entera del dinero escondido. 

Ben es ahorcado por el robo. Harry logra salir y va directo a conquistar a Willa, la viuda de Ben, para casarse con ella y quedarse con el dinero. Pero la viuda no tiene idea de dónde está el botín. Así que los esfuerzos de Harry se concentran en espantar a los niños para que confiesen.

Este filme tiene más de 60 años y a pesar de su simplicidad, es capaz de transmitir una historia con absoluta claridad. Es posible observar las motivaciones de los personajes y deducir lo que pasa en sus mentes. La historia mueve las emociones sin necesidad de superhéroes que cambien el rumbo de la historia ni galanes bailando en escenas musicales que sobran.

Harry quiere el dinero y matar no es un impedimento él, no hay justificaciones en su pasado, es cabrón porque así aprendió a sobrevivir. Willa no quiere ser señala por su comunidad como la viuda del criminal a cargo de dos bendiciones, casarse con el pastor le otorga un nuevo estatus, le brinda un padre a sus hijos y confía en tener satisfacción sexual. El niño John sólo quiere cumplir su promesa y cuidar de su hermana. Pearl es demasiado pequeña para entender lo que sucede e intenta complacer a su familia. 

Podría contar más pero revelaría parte importante de la trama. Estás cintas gozan de una simpleza que Hollywood parece haber olvidado. Una buena historia debe ser accesible para todos, como si fuera una fábula de Esopo y no hace falta renunciar a la poesía visual. Ésta me recuerda a la zorra y el cuervo. Para eso no se necesita viajar en el tiempo ni visitar lugares imaginarios.

La mujer fuerte no necesita cambiar el mundo para hacer que sus chicharrones truenen. No se espera a promover una reforma y cambiar la ley, ni hace campaña por el lenguaje inclusivo. Ella sabe cuál es su misión y la cumple en medio de un ambiente totalmente adverso. Ojalá algún influencer de las generación de cristal o alguna feminista, vea esta cinta y la recomiende. El filme muestra para que sirven las armas de fuego. Quizá la NRA se interese. (Ab.)

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