Cape Fear - Martin Scorsese (1991)
Cabo de Miedo es uno de esos filmes que marcaron mi memoria, verlo de nuevo a tantos años de distancia fue terapia psicológica. Cuando se estrenó, ya estudiaba derecho, así que con este ejemplo y una pizca de experiencia decidí alejarme del derecho penal. Por otra parte, que alguien decida joderte no admite que esperes protección del Estado ni de nadie. Tienes que hacerlo tú mismo. Perdón, ya me adelante. La historia cuenta que el abogado Sam Bowden (Nick Nolte), su esposa Leigh (Jessica Lange) e hija Danielle (Juliette Lewis) viven felices en New Essex. Quizá no tan felices, quizá haya algo de tensión en la familia, pero tendrás que ver el filme para descubrir el motivo. Al tranquilo y bello pueblo a la orillas del río Cape Fear llega Max Cady (Robert De Niro), un ex convicto que Sam había representado y en cuyo caso no hizo todo lo posible. El recién llegado tiene rencor y busca venganza. Max intimida a la familia, incluso a una amigovia de Sam, ella sufre la peor parte. Max quiere darle una lección de humildad a su abogado.
Aunque al final cae en exageraciones, la cinta logra meterse bajo la piel y engancha. Recuerdo bien sentirme herido por la actitud de Leigh con su esposo. Ella tiene asuntos sin resolver y los deja respirar con comentarios cabrones que no mejoran la situación.
Algo peor pasa con Danielle. Ella se enreda voluntariamente con Max. Carajo. Que tu hija quiera ser novia de tu peor enemigo es el colmo. Recuerdo pensar con angustia que era imposible para Sam cuidar de un par de inútiles. En esa casa incluso la señora del aseo y el perro se convierten en debilidades. Todos son cargas, nadie es apoyo.
Es sólo cuando Sam está vencido que Leigh y Danielle se ponen las pilas. Por cierto, ni Juliette Lewis ni Jessica Lange ni Illeana Douglas me parecen atractivas. No sé que pienses de esta película, yo la gozo y la sufro porque me parece una efectiva pesadilla de corte realista, una de esas situaciones que no le deseas a nadie.
Me hubiera gustado conocer a De Niro cuando hizo este filme, observar su estatura y corpulencia. En Taxi Driver (1976) me parecía un flacucho idiota, pero en este filme luce cabrón sin necesidad de frases vacías ni de armas. No se trata de los clichés (tatuajes y cigarros), lo que intimida es su actitud de estar dispuesto a todo, su declaración de buscar venganza y ser capaz de violar y matar.
Por último, el detalle cinéfilo que me encantó fue la aparición de Gregory Peck como abogado de Max Cady. Es gracioso porque es el reverso de la moneda de su personaje Atticus Finch, el abogado bueno que defendió al inocente en To Kill a Mockingbird (1962). Además, también participó en la versión de 1962 de este filme. (Ab.)
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