Kadaver - Jarand Herdal (2020)
El cadáver está en Netflix y es un filme cuya premisa es interesante, con buena producción, me refiero a la ropa, las máscaras, los lugares y el ambiente, pero que falla en lo narrativo. Muestra sus cartas demasiado pronto y aunque el recorrido entretiene hay cierta decepción que se transforma en insatisfacción. No creo que sea culpa de los actores, me parece que hacen su parte, pero el armado es perezoso. La película podría empezar con más acción o no contarse tan linealmente. El modo en que la cuentan la hace predecible. La historia es que el mundo ha quedado destruido por explosiones nucleares y que los humanos sobrevivientes, que no muestran ninguna alteración, viven acabándose lo que queda. No hay nueva comida. (Aquí llega el primer error. Si hubo humanos que se salvaron y no están afectados por la radiación debe haber plantas y animales en igual circunstancia. De lo contrario se hace necesaria una explicación sobre las zonas a salvo o de las especies que no sufrieron daño.)
Una familia compuesta por padre, madre actriz e hija viven en una pequeña ciudad sin nombre. Las calles están llenas de muertos por hambre y algunos vecinos se suicidande desesperación. Pero también hay gente violenta que corre por allí robando y gente que pide ayuda. Una carreta llega al centro del pueblo y comienza a gritar a todo pulmón. Invita a la gente a una cena show y por lo visto acepta cualquier cosa en pago por el boleto. Hay algún afortunado que tiene comida y es tan generoso que la regala y te invita a un espectáculo teatral. El entretenimiento es una de esas obras de microteatro en la que eliges a qué habitación entrar y qué parte de la obra ver.
¿Es en serio? ¿Nadie huele una trampa en esta generosa propuesta? Quizá el Distrito Federal te cura de todo tipo de ingenuidad o quizá mi vejez me ha dotado de un sentido arácnido que me protege, pero yo no iría o llegaría armado para comer y salir. Dudaría de la comida; puede ser perro, mapache o rata. Pero el hambre es cabrona, así que hay que tomar el queso sin morir en la ratonera. Aunque además está el peligro de que tu comida tenga un somnífero o que la invitación sea cortesía de vampiros o extraterrestres.
Segundo error: Esta familia acepta acudir y comer y pasear por el hotel que sirve de escenario, porque la madre es fan del teatro y considera que su hija ha estado bajo mucho estrés por lo que resulta conveniente darle un momento de diversión. La niña es medio chillona pero dentro del hotel olvida sus traumas y corre por los pasillos sin darse cuenta de la vibra pesada que su papá ya detectó.
Evidentemente la invitación es una trampa y se van a comer a la gran mayoría de los asistentes. Tercer error, creo que un adulto de 70 kilos debe convertirse en comida suficiente para 15 humanos por un par de días. No entiendo la necesidad de matar a tanta gente ni de adicionar bocas que alimentar.
Resulta que el espectáculo tiene una segunda función al terminar la primera. Supongo que desean matar a todos los que puedan en una sola exhibición para evitar que se corra el rumor, pero quizá sería mejor dejar vivir a una camada completa que salga a decir que tuvo un buen rato en el lugar y que invite a más gente a visitar el sitio. No lo sé. ¿Tu que harías?
Un acierto del filme es que te da tiempo para pensar en qué harías. Quizá demasiado porque yo recordé la sensación de peligro que tuve en una exposición en algún museo (no sé si San Carlos o alguno en Guadalajara) en que no puede ver por donde continuaba la exposición. El sitio tenía una pintura que ocupaba casi toda la pared y era difícil distinguir que el camino continuaba detrás del cuadro. Hay una escena parecida en el filme.
Ya que la película coquetea con el terror, la familia tendrá que pagar el pato y gracias a la moda de las mujeres poderosas, será la mujer la que logre salir de la trampa. Quizá lo mejor del filme es que te deja pensando que la mujer reconsidera su triunfo y cambia de opinión respecto a la trampa. También quizá ese sea el peor defecto del filme, hace que sientas empatía por los que instalan la trampa y que las víctimas parezcan tontos. Conclusión: filme palomero. (Ab.)
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