Wicked Little Letters - Thea Sharrock (2023)

Pequeñas Cartas Indiscretas, en HBO Max, es pura diversión retro basada en un pleito de vecinos que tuvo lugar entre 1920 y 1923 en Inglaterra. Este filme se siente vigente porque retrata la fragilidad extrema de los egos humanos y lo dispuestos que estamos a ofendernos por todo, incluso por anónimos. La estúpida cultura de la cancelación no es un invento reciente y la imbecilidad es inherente a la existencia humana. En el imperio romano ya se tallaban insultos en las paredes y las autoridades buscaban castigar a los revoltosos. Supongo que implícitamente el filme se burla de los pleitos y chismes de Twitter. El chisme es un deporte mundial y la crítica social es realmente acertada y sabrosa. La imagen y el prestigio, aunque seas un intocable o una abeja obrera del panal, se defienden a capa y espada. Las groserías enviadas por carta son una delicia y las reacciones ante ellas son increíbles. Pero la cinta también hace evidente la represión a que estaban sometidas las mujeres de la época, dentro y fuera de casa, y quizá eso sea lo más valioso porque se hace de manera sutil, evitando el sermón feminista.

La cinta se burla de todos, pero los personajes más perjudicados son los policías que jamás capturarán asesinos, ni mafiosos, ni políticos corruptos que gastan el dinero público en caprichos pendejos, pero están allí para castigar a los ciudadanos comunes que violan alguna regla tonta. Los policías son expuestos como inútiles, clasistas, racistas, machistas, estúpidos, arrogantes e incompetentes. Nada ha cambiado.

El retrato de las viviendas de la época es maravilloso, lo mismo que la calle, la ropa y las ideas. La cinta es muy divertida gracias a las actuaciones de Olivia Colman, Jessie Buckley y Timothy Spall, pero tiene una falla evidente que quizá sea intencional. De cualquier modo, el filme es un dulce relleno de chispeante alegría que recomiendo a todo el mundo.

SPOILER ALERT

Enviar cartas implica tiempo, dinero y esfuerzo. Y la cinta señala que Rose Gooding es muy pobre, no tiene empleo ni 3 libras para pagar su fianza, pero omite aclarar si el precio del correo es accesible para la acusada. En ese sentido, la policía tampoco investiga cómo podría obtener los timbres necesarios para enviar las numerosas cartas. Parece un error, pero es posible que ese detalle tenga por objeto subrayar la incapacidad y los prejuicios de los uniformados. (Ab.)

Si te gustó esta reseña, compártela y suscríbete al blog.