Twilight: Breaking Dawn Part 2 - Bill Condon

No mentiré, la verdad es que ví todas las películas que conforman esta saga y la verdad se me hicieron de lo más melosas, pero sobre todo de lo más irreverente a la mitología vampírica.  Desde que vi la primera me pregunté  ¿por qué demonios sólo le hicieron justicia a “Interview with the vampire”, de Anne Rice?, pues si hubieran hecho películas de todas las Crónicas Vampíricas, tal vez los productores de Twilight lo hubieran pensado dos veces antes de soltar varo.  Claro, tampoco voy a decir que leí por lo menos un libro de Twilight (a diferencia de los de Rice), como para señalar si por lo menos fue una buena adaptación.  Claro que esto nunca lo podría afirmar de la película “The Queen of the Damned”, que tan sólo es una cuarta parte mal adaptada del libro homónimo, utilizando un pequeño fragmento de “Lestat, the Vampire”.

Bueno, en verdad me enojó esta serie, porque tuve una época oscura en la que me llamó mucho la atención la mitología vampírica y simplemente Twilight es una burla a todos los vampiros.  Para muestra basta un botón, tenemos a un vampiro enamorado como adolescente, sin embargo ya ha vivido más de 100 años y sigue actuando como un baboso chaval; estos vampiros son aún más “cool” porque pueden dejar verse a la luz del día y hasta del sol, bajo el encanto de una piel que brilla tal cual diamante; pueden controlar su antojo de sangre humana con un pobre entrenamiento de 2 minutos; cada uno tiene un poder diferente tal cual X -MEN, y lo más ilógico: PUEDEN CONCEBIR; además hacen migas con hombres lobo; ahhhh y pareciera que los únicos hombres lobo sólo son indios americanos, pero lo mejor de todo: hay un hombre lobo pedófilo y a nadie parece importarle, jajaja.

No me cabe la menor duda que la escritora Stephenie Meyer aprovechó que en 2003 Anne Rice declaró que se olvidaba por completo de sus vampiros, tal vez por su conversión al cristianismo, y todo para que Meyer comenzara una serie nueva de chupasangres inmortales bajo una temática que, aun siendo imaginativa, resulta carente de creatividad,  pues pareció muy casual o conveniente que Twilight se publicara en 2005.  Bueno lo anterior es como comparar a J.K. Rowling con J.R.R. Tolkien.

Hablando ya de la producción, debemos recordar que tal cual Harry Potter, el último libro  lo dividieron en dos películas, no porque fuera muy extenso, sino porque dejaba más dinero y lo diferente a las anteriores y que realmente disfruté es que le dedican buena parte de la peli a una batalla que, sin ver una gota de sangre, resultó igualmente violenta, lástima de la conclusión y de la resolución de problemas, que más bien parece que se sacan de la manga las respuestas para que todo mundo termine feliz.  Hay personajes que no tienen ningún propósito y actuaciones dignas de películas infantiles.

Perdón por mis amargas palabras, pero si los adolescentes encuentran estas películas fascinantes, entonces yo me declaro anciano del cine. Pero véanla para que me compartan sus puntos de vista.

 

MN