Beast - Baltasar Kormákur (2022)
Idris Elba peleando con un león me parecía algo interesante. Sin embargo, es un churro, una gringadera. Ya sabes qué esperar: un par de sustos y forzadas situaciones tontas para provocar tensión. La trama es que Idris, macho alfa y médico inglés, quiere reconciliarse con sus hijas, Mare y Norah, que lo odian porque estuve ausente mientras su madre moría de cáncer. Él es un padre rehabilitado y sensible, por eso se las lleva de viaje a conocer la aldea de su madre en Africa. Los recibe en su casa un viejo amigo rubio que por las noches se dedica a matar cazadores de leones. El resto te lo sabes, salen, hacen tonterías, los ataca un león y ellos intentan sobrevivir. La idea no es mala, pero la realización falla. Tiene dos elementos muy obvios en contra. Uno es el Scar de animación súper chafa, el mismo del Live Action del Rey León (2019), se nota el pelaje tieso y que no reacciona a los movimientos y golpes de los humanos. Pelear con un holograma tirando patadas al vacío no transmite peligro. Entiendo que no podían poner un león encabronado de verdad, pero uno de peluche para la pelea hubiera jalado mejor.
Lo que no tiene justificación son las niñas, más efectivas que cualquier comercial de control natal o vasectomía. Son de esas atrapadas en la burbuja de las princesas que se creen con el derecho de joder la vida del padre. Aunque el patriarcado opresor les abre y les cierra la puerta del coche, carga las maletas, las lleva de viaje, las protege, les cocina, las salva y soporta todo tipo de desplantes.Lo que provocan esas niñas es el deseo vehemente de que el león se las trague y el pobre Idris recupere su vida de soltero. Es decir, anulan la tensión por antipáticas. Otra cosa rara, es que Idris es el torpe turista y el rubio es el guía. En teoría, Idris conoció a su esposa allí en la reserva, vivió allí un par de años. ¿Ya no recuerda nada? Quizá perdió la memoria.
Otra cosa loca es que su mujer, la muerta, se aparece en sueños que no aportan nada, pero hacen parecer que la tribu le echó el mal de ojo a Idris. Lo peor, las acciones no tienen ninguna lógica. Cuando saben que el león está lejos se quedan quietos, cuando no saben donde está, bajan de la camioneta. Nunca intentan empujar la camioneta para hacerla arrancar y el rubio bueno muere de la manera más tonta. Pinche Idris ni siquiera recoge una piedra o un palo para despistar al león o para golpearlo. ¿Acaso es más lógico arriesgar la pierna que empujarlo con algo? Las tribus locales usan lanzas. Pero Idris es impermeable al conocimiento ancestral. Mejor la niña le clava un dardo a mano limpia.
Seguramente la cinta se filmó en Africa, pero las locaciones no lucen y pudieron grabarla igualita en Valsequillo, Puebla, en el Africam Safari. Si vas a ir tan lejos, haz que el viaje lo valga, busca el mejor paisaje y lúcelo. John Ford filmó La Diligencia (1939) en el Monument Valley aunque el recorrido que expresamente mencionan los personajes no pasa por allí.
El siglo pasado se estrenó una cinta que según yo se llama Garras pero al buscarla encontré que el título es The Ghost and the Darkness (1996), según mi criterio de la época, era una cinta muy buena. Un par de cazadores tenía que despachar a dos grandes leones sanguinarios para que el ferrocarril fuera construido. Esa película me causó gran impresión y mientras veía LA BESTIA, en HBO Max, mi mente insistía en compararla con aquel borroso y dulce recuerdo. Cuando Idris comenzó a luchar con el león, no pude evitar pensar en DiCaprio peleando con el oso en El Renacido (2015). Ese oso lucía más grande, cabrón y malvado que este león. Ser viejo, en ocasiones, arruina la diversión. (Ab.)
Si te gustó esta reseña, compártela con tu fiera favorita.
Comentarios
Publicar un comentario