Sister Act - Emile Ardolino (1992)

CAMBIO DE HÁBITO (chequen el grandioso título en español que resume la cinta, es una rareza que merece mención) es una cinta estupenda en Disney Plus.  No sólo es un ejemplo de la cooperación natural entre mujeres de distintas razas y edades, también hace gala de sencillez, música magnífica y especial buen humor. El Hollywood de hoy perdió la receta. La historia es la de Deloris, Whoopi Goldberg, una cantante que se siente estancada, repitiendo su show en un casino de Reno, Nevada, sin causar interés. Su novio, casado, interpretado por Harvey Keitel, es Vince, el mafioso dueño del lugar investigado por la policía. Para que las cosas se muevan, Deloris engendra en pantera cuando después de su rutina recibe como regalo un usado abrigo de pieles que desechó la esposa de Vince y llega con ganas de pleito a la oficina de su amante. Allí presencia un asesinato y decide huir. Acude con la policía y a cambio de su testimonio la esconden en un convento de franciscanas.

El contraste entre la cantante negra y las monjas blancas es  mostrado con la ropa, el peinado, la actitud, la comida, los horarios y con una escena inicial en que se muestra a la niña Deloris siendo rechazada en el catecismo por su gusto musical en una primaria de monjas. 

La cinta se toma el tiempo para mostrarnos la rutina del convento y la incomodidad de la recién llegada, antes de que la pongan a cargo del coro. Toda está preparación se agradece, ya que hará que el cambio de actitud tenga una mayor carga emocional.

Aunque Deloris Van Cartier no lo acepta, la cercanía de las monjas, en particular la buena vibra de la demasiado alegre Mary Patrick (Kathy Najimy) y la excesiva timidez de Mary Robert (Wendy Makkena), la harán convertirse en una mejor versión de sí misma, la maestra Mary Clarence.

La cinta tiene muchos detalles divertidos que aportan calidez a los personajes y una dosis de realismo que sirve como enseñanza. Deloris provoca fascinación o rechazo por su frescura. No es una monja y por ello no carga con los límites que sus compañeras han interiorizado. Resulta agradable al espectador porque no tiene miedo de decir o intentar. Además, expone un buen modo de vencer al enemigo: adjudicar el éxito a quien pretende sabotearlo.

La cinta, aunque ligera, no subestima al espectador. Da por hecho que sabes algo de música, no sólo respecto de Las Supremes, Las Ronettes y Las Shirelles, también respecto de teoría musical. La escena en que comienza a ordenar el coro trata las tesituras de las voz, las notas, los tonos y los acordes como si fueran conocimientos básicos y todos tuviéramos la capacidad de identificarlos.

Además, brinda a la Iglesia la receta para recuperar adeptos. Sal del convento, interésate en tu comunidad, haz algo por ellos y haz entretenida la misa. Diría Elvis: A little less conversation, a little more action. La música es tan buena que incluso el Vaticano supo de este coro. Si nunca la viste, deberías verla, es puro gozo. (Ab.)

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