Pizza, birra, faso - Israel Adrián Caetano & Bruno Stagnaro (1998)

La historia es la de un par de vagos, el Cordobés y Pablo, que cada día intentan algún crimen de poca monta y cada día se quedan en ceros. El Cordobés tiene por novia a Sandra que espera un hijo suyo, y le pide consiga un trabajo para que deje de robar. Los crímenes cada vez son más peligrosos y requieren mayor planeación, pero de cualquier modo el par de amigos siguen sin dinero. Quizá por la mala situación en que se encuentran, la cabeza no les da para organizarse bien y comenten errores estúpidos como confiar el coche a alguien que no sabe manejar, o jamás tener un plan B. Son malos ladrones, porque no son malos de verdad. Otros los utilizan sin que ellos resulten beneficiados. De cualquier manera no tienen intención ni posibilidad de cambio.

El modo en que comienza y termina el filme hace sentir que ellos son sólo una muestra de los miles de vagos que viven una situación similar. En 1998 Argentina vivía una recesión, quizá esa desesperanza es la que refleja el filme.

Me gustaría ver el guión para saber si el incesante parloteo  es parte del mismo o si fue una cosa de la filmación. Si bien es cierto, el dialogo constante parece real, para mí como espectador es un fastidio, no sólo porque hay argot que desconozco, sino porque el acento hace complicado entender cada palabra, y porque si se hubiera suprimido la mitad de los diálogos, la película no pierde nada. 

La película es entretenida, cruda y mucho mejor que las comedias estúpidas que hoy reciclamos en México o los remakes de filmes clásicos. Creo que intentaron una actualización bonaerense de Los Olvidados de Buñuel, la escena en que roban al músico sin piernas es calcada de aquella. 

Aun cuando cerca del final, la tensión crece, las cosas se resuelven con simpleza, casi con ingenuidad. El escape de Sandra rumbo a una vida mejor en Uruguay es inconsistente con el resto del filme.  Vale la pena y puedes verla en YouTube. (Ab.)

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