Zafari - Mariana Rondón (2024)
ZAFARI es una valiente película venezolana que patea traseros bolivarianos, castristas y chairos por igual. La idea es simple, nos hace testigos de una situación límite en que un gobierno de un país imaginario se olvida de brindar seguridad a sus ciudadanos de modo que la Ciudad comienza a morir lentamente. Los ciudadanos temen salir de sus casas porque una banda de motociclistas, que crece día a día, patrulla las calles para robar. Escasean el agua y la gasolina, los apagones son recurrentes, la gente emigra con lo que pueda cargar abandonando su casa, sus parientes y sus mascotas, los que se quedan sufren para conseguir alimentos. Los personajes de la cinta son dos familias igualmente compuestas por padre, madre e hijo. Unos que antes tuvieron dinero y viven en un condominio con piscina. Los otros, pobres, traídos de sabe Dios donde para cuidar a un hipopótamo. Al principio es muy notorio el contraste de costumbres entre los residentes y los recién llegados. Pero las diferencias van desapareciendo conforme la situación se complica. Los que tuvieron dinero sueñan con abandonar el país, pero todos están con hambre, buscando o intercambiando comida. Bajo el suave manto de que los humanos roban la comida de los animales se esconde que los animales son comida.
Descubrir que la gente se come a las cebras no es tan devastador como escuchar a los aliados del régimen satisfechos con la horrible situación. En una escena clave, la hermana del padre de la familia residente hace un comentario salvaje: si te hubieras quedado callado, ya ves, hay muchas oportunidades y a Ramiro le va mejor que nunca.
Lo que permite ver ese comentario es la limpia social del nuevo gobierno. Les interesa que toda la gente que se oponga a su control se vuelva salvaje o salga del país. 90% lealtad, 10 % competencia. Que nadie se atreva a denunciar que el país se hunde mientras los líderes del partido desvían recursos públicos.
Algunos han calificado al filme de distopía. Yo creo que está lejos de ser ficción y se acerca al documental. La destrucción de la sociedad y la sombra del totalitarismo son una realidad alrededor del mundo. Es cierto que no se dice una sola palabra sobre política en esta cinta, pero no hace falta. Cualquiera con ojos y oídos puede percibir el modus operandi del Foro de Sao Paolo y la llegada a los supermercados del durián. (Ab.)
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