Gyesirok - Yeon Sang-ho (2025)
REVELACIÓN, en Netflix, es una buena cinta coreana. No es una cinta perfecta, pero su único pecado es la explicación reiterativa de lo que ya mostró y cualquier espectador de atención media ya dedujo. Asume que los espectadores son bobos o estarán distraídos viendo los mensajes del WhatsApp. Sin embargo, es una falta menor considerando las inesperadas vueltas de tuerca y su ritmo frenético. La historia tiene tres hilos. A) El de un pastor cristiano que mientras sueña con una ascenso en su congregación, descubre la infidelidad de su esposa y olvida recoger a su hijo de la escuela. (Digresión: que los asiáticos se conviertan al cristianismo me parece un actitud extravagante que raya lo ridículo. Nada hay en el cristianismo que supere la filosofía budista o taoísta.) B) El de la policía en busca de redención o venganza. C) El de un loco cabrón violador en libertad condicional que va destruyendo la vida de otros.
Los hilos se trenzan para demostrar que la pareidolia (fenómeno psicológico que consiste en ver rostros o figuras en objetos o estímulos aleatorio) y la apofenia (tendencia a percibir patrones o conexiones significativas donde no las hay) pueden alegrarnos el día o destruirnos la vida.
Supongo que esta explicación de Dios y los demonios da tranquilidad a los ateos. De cualquier manera los sesgos cognitivos son interesantes. En esta historia aparece un psicólogo que se roba la cinta por su imperturbable actitud. Nada le hace perder su cara de palo. Espero algún lograr ser la mitad de sereno que ese hombre.
Por otra parte, sin importar si eres ateo o crees en Dios, el filme debe reconocer que sus conclusiones, antes que confiar en las instituciones de impartición de justicia, se recargan en el karma. La mano que mece la cuna es invisible. (Ab.)
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