No nos moverán - Pierre Saint-Martin Castellanos (2024)
Socorro tuvo un hijo al que llamó como a su hermano muerto. Jorge, periodista deportivo, hoy desempleado, está casado con Lucía, una argentina. Socorro tiene mejor relación con Lucía que con Jorge y mantiene una amistad muy estrecha con un chavo ruco llamado Siddhartha que solía andar en malos pasos.
Socorro casi no sale de casa, pero ejerce el derecho dando consultorías y cuando es necesario se apoya consultando por teléfono a su profesor, el Doctor Candiani, cuyos pulmones están fallando por años de fumar.
La presencia de un personaje argentino puede resultar desconcertante, pero su rol es importante y está justificado. Alberto Patiño, que interpreta a Siddhartha, se roba cada escena en que aparece gracias al humor.
La cinta está en blanco y negro. Supongo que así ve la vida su protagonista. Avanza rápido al inicio, pero cerca del final cuenta detalles innecesarios. Lo del pastel sobra. La llamada al juez corrupto sobra, todos sabemos que existen jueces así; lo de las balas sobra, es obvio que la señora no practica cada fin de semana.
Sin embargo, lo del pan quemado tiene algo de simbólico porque Socorro se come lo que le prepara su hermana, es una especie de comunión. La historia de la paloma y el gato también es simbólico. Los simbolismos no son necesarios, pero enriquecen la historia.
La película, gracias a Dios, no se tira al drama para conmover y no pierde tiempo intentado ser didáctica ni exponiendo su punto de vista sobre aquel 2 de octubre. Sólo expone que lo sucedido dejó heridas en los que no murieron y propone el perdón como tratamiento. (Ab.)
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